COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
GOBERNADORES Y ALCALDES CORRUPTOS E INEPTOS,
OTRO PROBLEMA PARA LA CUARTA TRANSFORMACIÓN
Malos alcaldes impedirán siempre dar resultados extraordinarios a un mandatario estatal; y gobernadores corruptos, ineptos, desinteresados en resolver los problemas de sus gobernados, a su vez, no permitirán a un presidente de la República solucionara los grandes problemas nacionales. Estorbarán en esos propósitos o los boicotearán de mil formas.
No se necesita cursar doctorado o posdoctorado en Harvard, ni ser alumno destacado de la escuela de Turín, Italia, para entender esta realidad. La comprende cualquier persona, porque las autoridades municipales son las directamente encargadas de atender bien o mal las necesidades inmediata de la población, no el gobierno de la República.
Si son eficaces, honestas y transparentes, quienes radican en sus espacios territoriales estarán bien, para lo cual necesitarán igualmente de un fuerte, oportuno y suficiente apoyos de buenos gobernadores, para que todo el estado se beneficie con las acciones de ayuntamientos y poderes ejecutivo estatal interesados en el bienestar de los gobernados.
Este buen desempeño, más los programas diversos de la federación, ejecutados también con oportunidad, eficiencia, transparencia y rendición de cuentas; políticas económicas y sociales acertadas, estrategia bien planeadas y mejor ejecutadas contra la delincuencia y sus causas, más la restauración de la responsabilidad social de las empresas bastarían para el éxito de la cuarta transformación anunciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, por la cual votaron más de 30 millones de electores.
Con todo, cambiar de régimen y específicamente de modelo económico no será fácil, por los factores reales de poder, beneficiarios del crecimiento económico, cuyos frutos son distribuidos en forma inequitativa, y privilegiados por el poder público, opuestos siempre a cualquier cambio que pudiera traducirse en una disminución las ventajas ilegítimas, si no es que claramente ilegales y hasta delictivas, como cuando se benefician de la corrupción.
Empero no es la intención de reflexionar ahora sobre este componente de la realidad nacional, sino de la importancia de los buenos gobiernos estatales y municipales en los resultados de una gestión federal, sobre lo cual poco se comenta, como si lo bueno y lo malo de las autoridades locales nada tuvieran que ver con las condiciones de vida de todos los mexicanos, o como si el territorio nacional tuviera tres pisos, cada uno a cargo de un ámbito de competencia institucional.
En estos momentos a la mayoría de los gobernadores de oposición del PAN y el PRI, quienes estuvieron muy cómodos con la opacidad y la ausencia de rendición de cuentas, porque les permitieron comportarse como virreyes -pero más corruptos e ineptos que éstos- expresaron ya su rechazo a los delegados del gobierno federal, porque quieren seguir manejando a sus entidades federativas como si la soberanía fuera igual a extraterritorialidad o a estado-nación.
Muchos obstáculos y descomunales retos enfrentará la cuarta transformación, y el problema de los alcaldes y gobernadores corruptos, arbitrarios e ineptos no es de los menores.