
*El 33.2% piensa que en una el problema será igual; el 25.1%, que se agravará.
GABRIEL L. VILLALTA
Continúa alto el pesimismo sobre el futuro de la seguridad o inseguridad pública. Más de la mitad de población mayor de edad no tiene esperanza en una mejoría de las actuales condiciones prevalecientes en esta materia.
La información sobre este ánimo colectivo sobre el problema, correspondiente a los primeros meses de la nueva administración federal se conocerá hasta abril del próximo año. La información disponible abarca sólo los primeros nueve meses del 2018.
De acuerdo con la información arrojada por la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), levantada por el INEGI en el trimestre julio-septiembre de 2018, el 58.1 por ciento de la población de 18 años de edad no espera mejoría en la seguridad pública sobre las condiciones de inseguridad pública.
El 33.2% piensa que estos problemas seguirán igual en septiembre de 2019, mientras el 25.1% considera que las cosas se agravarán. En junio estos porcentajes eran del 35.1%, pero quienes esperaban que la inseguridad pública empeorara alcanzaron 33.2%, para alcanzar el 68.3%.
Peor opinaban los adultos mexicanos sobre el tema en septiembre de 2017, cuando el 72.9% pensaba que las cosas seguirían igual o empeorarían un año después. El 35.5% no esperaba una mejora en materia de seguridad pública, mientras 37.4% esperaba que la situación empeorara.
El INEGI comenzó en septiembre de 2013 a llevar un registro de la percepción ciudadana sobre la inseguridad pública que habría un año después, y desde entonces ofrece datos comparativos de la situación del trimestre anterior y del trimestre de un año antes.
En los últimos cinco años, la percepción de que la inseguridad pública seguiría igual un año después fluctuó del 38.1% del trimestre enero-marzo de 2015 al 33.2% en el trimestre julio-septiembre de este.
La convicción de que la inseguridad pública sería peor doce meses después osciló entre el 24.0% de septiembre de 2013 al 37.2% del último trimestre de 2017, según un análisis de “El Espectador” a la información estadística del INEGI sobre el tema.
La información del organismo se refiere exclusivamente a lo que consideró la población mexicana adulta en cada semestre, y no reporta lo que ocurrió en la realidad doce meses después de cada encuesta trimestral.
La ENSU del Instituto proporcionó igualmente información sobre los adultos que presenciaron o recibieron información sobre conductas antisociales cerca de su vivienda. El 66.6% supo de consumo de alcohol en las calles; robos o asaltos, el 64.6%; vandalismo en viviendas y negocios, 53.4%; consumo o venta de droga, 44.5%; disparos frecuentes de armas de fuego, 41.0%; y presencia de bandas violentas o pandillerismo, 37.1%.
La suma de los porcentajes supera el ciento por ciento, porque los encuestados tuvieron conocimiento de todos esos delitos o conductas antisociales; es decir: la situación es grave.