
*En el año 2000 había un jubilado por cada 16 trabajadores activos; hoy, uno por 6.
El sistema solidario de pensiones del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISEMYM) resulta insostenible, alertó el director general del organismo, Alberto Peredo Jiménez.
En un comunicado de prensa, el funcionario alertó sobre las consecuencias de la abrogación de la nueva Ley de Seguridad Social, aprobada por la Legislatura Local, como lo exigían 375 mil servidores públicos de los poderes estatales, ayuntamientos, organismos autónomos y auxiliares.
Advirtió que la abrogación impactará negativamente la cobertura y calidad de los servicios médicos de los servidores públicos y jubilados, inclusive el abasto de medicinas, cuyos precios se han elevado, con el consiguiente incremento en los requerimientos presupuestales para este ramo, pues en 2012 se gastaron 2 mil millones de pesos y para este 2018 el monto subió a 3 mil millones de pesos.
Peredo Jiménez estimó que en unos años más el número de jubilados pasará de los actuales 63 mil a 150 mil para un incremento del 150 por ciento, lo cual no podrá atender el sistema solidario de pensiones.
El director general del Instituto destacó que las causas de la actual situación del sistema pensionario fueron identificadas en su momento, pero no se solucionaron y se dejaron para ser resueltas en el futuro.
Ilustró el acelerado ritmo de crecimiento de los pensionados y su relación con el número de los activos. Dijo que en el año 2000 por cada jubilado existían 16 servidores públicos activos en los poderes estatales, ayuntamientos y organismos autónomos y auxiliares.
Con el paso de los años esta relación se fue modificando en forma radical, y al finalizar el año 2017 por cada jubilado sólo prestaban sus servicios a las instituciones 6 maestros y empleados. En unos años más sólo se tendrán dos servidores activos por cada jubilado.
El mismo costo por persona se incrementó en más de un ciento por ciento en los últimos siete años, al subir de 4 mil pesos en 2011 a los 9 mil pesos este año, pero hay pacientes que necesitan tratamientos excesivamente caros, de hasta un millón de pesos.