Nadie duda de la justeza y pertinencia de la lucha del EZLN, como tampoco de su aportación para hacer visible el abandono de siglos de los grupos indígenas del país, pero su ideólogo, Sebastián Guillén, antes subcomandante “Marcos” y ahora “Galeano”, desde hace varios años ha asumido posiciones políticas y electorales favorables a la derecha.
Criticó la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas, y en 2006 y 2012 estuvo en contra de Andrés Manuel López Obrador. Hace 12 años pudo contribuir al triunfo del tabasqueño, pero en lugar de apoyarlo, lo atacó.
El año pasado intentó restarle votos e impedir su victoria mediante la postulación de una candidata independiente, muy respetable, por cierto, pero la pérdida del inmenso apoyo nacional e internacional que tuvo el EZLN en 1994 -lo cual impidió al gobierno de Salinas aniquilar a la organización alzada en armas, pero con escaso poder de fuego- se ha diluido tanto que la aspirante a candidata independiente quedó muy lejos de reunir las firmas exigidas para su registro, como sí lo consiguió “El bronco”.
Estos antecedentes no pueden olvidarse al examinar la actual confrontación que busca el EZLN, o mejor dicho, “Galeano”, con el gobierno de López Obrador, personaje progresista y quien puede ayudar mucho a los pueblos indígenas para, al menos, atenuar sus desesperadas condiciones económicas y sociales. Es un análisis burdo ese que sostiene que López Obrador es lo mismo que sus antecesores.
Pocos en tienden por qué el neozapatismo o “Galeanismo” ataca políticamente y busca dificultarle los planes de desarrollo para el sureste mexicano, como si el Galeano hubiera preferido que ganara José Antonio Meade o Ricardo Anaya, o de plano “El Bronco” antes que López Obrador, o como si el ideólogo zapatista en realidad trabajara para la ultraderecha.
Es una exageración, pero se entiende que muchos recuerden ahora cómo la semilla del EZLN estuvo en el trabajo que un grupo encabezado por un joven llamado Raúl Salinas de Gortari hizo en Los Altos de Chiapas; y que la hermana de “Galeano” sea una prominente priísta.