La derecha y sus grandes medios informativos distorsionaron la nueva posición de México frente al gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
Presentaron la omisión de firmar una carta en la cual 13 países le exigieron al gobernante no asumir el cargo que, según sus opositores internos, ‘ganó en elección fraudulenta’, como un apoyo a Maduro.
Y aunque no es lo mismo abstenerse que condenar o defender a un gobierno o personaje, como de lo que se trata es de atacar al presidente López Obrador, difundieron que ‘hubo apoyo de México a Venezuela’.
Ese Grupo de Lima actúa en forma facciosa en su falsa postura de defensa de la democracia. No abrió la boca cuando en Brasil se perpetró un burdo golpe legislativo contra Dilma Rousseff, para despojarla de la presidencia que había ganado en forma democrática, ni cuando con cargos inventados se encarceló a Luiz Inacio Da Silva, “Lula”, para impedirle que fuera candidato y ganara la presidencia.
Tampoco criticó a Jair Bolsonaro cuando llamó a liquidar a los militantes del partido de “Lula”, ni ahora que pide a legisladores y jueces que den impunidad a policías para matar delincuentes. Tampoco la prensa mexicana se escandalizó por ese comportamiento neofascista de la derecha brasileña, ni por las ejecuciones de cientos de ex cuadros guerrilleros que dejaron las armas.
