1-La buena disposición del ayuntamiento de Toluca para contribuir a resolver el problema de la insuficiente disponibilidad de gasolinas en los expendios corre el riesgo de ser distorsionada, porque a las gasolineras pueden acudir conductores de todos los demás municipios, con lo cual el sacrificio fiscal beneficiaría no a los habitantes de esta capital mexiquense. Lo recomendable sería que se informe que sólo se atenderá a quienes son de aquí. Y aun cuando no se ve fácil encontrar la fórmula para ello, al menos deben poner como condición que acrediten con la credencial de elector o la tarjeta de circulación de que son del municipio. De otra manera el gasto municipal en el transporte de gasolinas beneficiará a personas de otros municipios.
También las autoridades municipales pueden ponerse acuerdo para que todas paguen el transporte de combustible, lo cual sería justo y adicionalmente mostraría a ese nivel de gobierno de esta zona metropolitana como interesada en resolver los problemas de sus gobernados.
2-El homenaje de cuerpo presente al exgobernador Alfredo del Mazo González en Palacio de Gobierno pudo ser menos elitista; sobre todo, porque era uno de los pocos exmandatarios mexiquenses de los que la comunidad mexiquense tiene buena imagen y agradecimiento por obras públicas que sirven a sus comunidades. No obstante, recibió el reconocimiento en el edificio desde donde gobernó, sólo de las élites políticas y empresariales del país y del Estado. Es decir, los grupos divorciados y desconocedores de los problemas de la población. Las camionetas de superlujo, con choferes y escoltas, los trajes negros, camisas blancas, corbatas negras y relojes costosísimos caracterizaron a quienes honraron al que en su momento ganó la candidatura para gobernador en contra de la voluntad del grupo priísta del profesor Carlos Hank González.