
*Los pagos de tarjetas inferiores a 30 mil pesos ya no los reciben en caja.
GABRIEL L. VILLALTA
En una nueva vuelta de tuerca a sus planes de seguir aumentando sus ganancias con el mínimo costo de operación, los bancos están prescindiendo de cajas y cajeras, y sustituyéndolas con cajeros automáticos.
Bancos como Santander, por ejemplo, disminuyeron el número de operaciones a realizarse en cajas por las encargadas o encargados de las ventanillas, como es el caso del pago de deudas en tarjetas de crédito.
Ahora reciben ese tipo de pagos sólo si se trata de una cantidad mayor a 30 mil pesos. Adeudos inferiores a ese monto deben cubrirse en los cajeros automáticos, siempre y cuando se trate de billetes y no de monedas.
Entre más ganan, los bancos más personal despiden y los servicios empeoran, como puede verificarse por los numerosos cuentahabientes o tarjetahabientes esperando siempre en las áreas de servicio al cliente, para protestar por cargos indebidos u otro tipo de deficiencias.
La decisión de no cobrar créditos de tarjeta en ventanilla refleja el afán excesivo de lucro de los bancos, porque este reglón específico es el que les deja las más altas utilidades de entre las de por sí elevadas ganancias generales.
En este sentido es ilustrativa la información estadística de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) sobre el comportamiento de las utilidades de los bancos en 2017 (las de 2018 no se han dado a conocer aún).
De enero a diciembre de 2017 y sólo por cobro de comisiones e intereses de créditos mediante tarjetas, los bancos ganaron 44 mil millones de pesos y aun así decidieron no gastar en personal para recibir esos pagos.
“El Espectador” informó hace un tiempo del otro problema laboral de los empleados de bancos: su pertenencia como asalariados, no de los centros donde prestan sus servicios, sino a terceras empresas: las denominadas “outsourcing”.
Es decir, los bancos como empresas no tienen condición de patrones de sus trabajadores, por ello no tienen obligaciones derivadas de una relación laboral. Los patrones son las empresas intermediarias.
Con ello no reparten utilidades a todos los empleados, porque la mayoría legalmente no lo son, y por lo mismo no puede exigirles participación en las utilidades, con lo cual no sólo explotan a los clientes, sino también a su plantilla laboral.
La obligación establecida por Santander de pagar ahora los créditos en los cajeros automáticos se tradujo en reducción de ventanillas y del personal que las atendía, con lo cual disminuirán sus costos de operación, pero expondrá a sus clientes a ser asaltados, porque los cajeros son los sitios de mayor inseguridad, según el INEGI y el Secretaria Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Y más cuando deben pagar en esos sitios hasta 30 mil pesos en efectivo.