*Tan sólo por préstamos sobre futuros ingresos, los trabajadores deben a los bancos cerca de 234 mil MDP.
GABRIEL L. VILLALTA
El sistema bancario del país encontró en los trabajadores una gran oportunidad de obtener grandes utilidades, a cambio de endeudarlos, en muchos, casi de por vida, en una nueva especie de tienda de raya, de acuerdo con un análisis de “El Espectador” a datos estadísticos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Los asalariados terminaron el año 2018 con una deuda específica de nómina, por casi 234 mil millones de pesos, en una situación grave, porque tienen comprometidos sus salarios. Amortizarán sus adeudos y cubrirán intereses de entre el 18 y 24 por ciento, lo cual agravará sus condiciones de vida:
Se endeudaron por no tener ahorros, pero esa capacidad de ahorro disminuyó más con el pago de los préstamos y los réditos, en muchos casos a más de dos años, pero en la práctica se convertirán en deuda tal vez para toda la vida pues, al terminarlos de pagar e incluso antes, se verán obligados a solicitar nuevos créditos.
Datos de la CNBV indican que son 4.8 millones de asalariados los comprometidos con créditos de nómina, pero no ahondan en las causas por las cuales éstos se ven obligados a endeudarse con los bancos: la insuficiencia de sus ingresos para solventar gastos inevitables.
Tampoco se extiende en las consecuencias negativas que tiene y tendrá el pago de los créditos e intereses en la capacidad adquisitiva de los deudores. Estos 4.8 millones de trabajadores son más pobres ahora que antes, porque ya se gastaron por adelantado sus salarios, además deben pagar intereses por ese dinero adelantado, lo cual no reflejan las cifras cuando se presentan descontextualizadas.
La información de la CNBV consigna que más del 80 por ciento de este endeudamiento de los asalariados fue contratado a más de tres años, pero lo más grave es que si a este segmento de la clase laboral no les alcanzaban sus ingresos para hacer frente a exigencias de gasto, con la merma por el pago de los préstamos y réditos sus condiciones de vida empeorarán.
Además, los préstamos sobre nómina no son las únicas deudas de los asalariados, puesto que muchos también tienen créditos hipotecarios, de vehículos, compra de aparatos electrodomésticos y, en casos de poca racionalidad, hasta por videojuegos y compras de paquetes vacacionales.