*Jueces de USA aplican sus leyes a delitos cometidos en México, no allá.

Acapulco, Gro.-La relación asimétrica de México con Estados Unidos, la principal potencia económica, militar y tecnológica del mundo, se expresa con nitidez en muchos campos, pero fundamentalmente en los procesos penales de grandes narcotraficantes entregados por nuestro país, para ser juzgados allá, aun cuando hayan delinquido aquí.
Rolando Castro Salmerón, jurista guerrerense y estudioso de las relaciones México-Estados Unidos y Estados Unidos países de América Latina, sostuvo que, por esa asimetría económica, militar y tecnológica y la posición proestadunidense del anterior gobierno; sobre todo, del canciller Luis Videgaray Caso, se aceptó una situación grave:
“Por esa propensión y vocación a la subordinación, el anterior gobierno federal aceptó en la práctica la vigencia en México de leyes penales del vecino país y la jurisdicción de sus tribunales para castigar delitos cometidos aquí por delincuentes mexicanos”, alertó.
“No particularizo, ni defiendo a criminales, pero un país no puede consentir la jurisdicción extraterritorial de otras naciones, ni de sus tribunales, como lo hicieron los gobiernos de México desde hace al menos 30 años, pero profundizado en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto”, reiteró el abogado postulante y académico.
Hay delitos y bandas criminales con ramificaciones internacionales, cuyo combate requiere la colaboración y coordinación de los gobiernos nacionales; sobre todo, en intercambio de información de inteligencia, “pero eso es distinto a aceptar que delitos cometidos en el territorio nacional sean juzgados por tribunales de otros países y con sus leyes, como es el caso de los narcotraficantes mexicanos entregados a la justicia estadounidenses”, alertó Castro Salmerón.
Estados Unidos, abundó, por su condición de potencia, exige de México y naciones latinoamericanas la aceptación de la jurisdicción extraterritorial de sus leyes y jueces, como lo muestran los casos de muchos grandes capos del narcotráfico, quienes no delinquieron en ese país, sino en los suyos, pero son juzgados allá.
En contrapartida, “jamás concede la extradición de uno de sus connacionales para ser juzgados por leyes y tribunales de otras naciones por delitos perpetrados en territorio estadounidense, pero con impacto en otros estados-nación”, recordó el entrevistado.
“Ni siquiera se atreven los gobiernos latinoamericanos a plantear esta posibilidad, que con el mismo criterio de la extraterritorialidad de leyes y juzgados, estadounidenses podrían ser extraditados y procesados por delitos cometidos en Estados Unidos, pero con efectos criminales en México, Colombia, Ecuador, Brasil o cualquier otro país”, abundó.
La justicia estadounidense juzga hasta delitos de homicidio cometidos en México, pero nuestros gobiernos jamás han pedido extraditar a quienes ingresan al país en forma ilegal cientos de miles de armas de alto poder de fuego, con las cuales en los últimos 12 años fueron asesinados un cuarto de millón de mexicanos, ejemplificó el jurista.
La venta de armas es legal en Estados Unidos, pero no el comercio clandestino con mexicanos, y si no existiera la asimetría en las relaciones “debería el gobierno mexicano solicitar la extradición de quienes venden ilegalmente instrumentos de muerte usados aquí por los delincuentes”, concluyó.