1-Muchas acciones contrarias al interés nacional tomadas por anteriores autoridades federales están saliendo a la luz ahora. Por ejemplo, no se conocía que la Comisión Federal de Electricidad firmó contratos para comprar gas a particulares durante un período de hasta 40 años. Los términos de esos contratos son perniciosos para el erario, porque si se cancelan, debe pagarse a las compañías cuanto digan que iban a ganar por la entrega del combustible todo ese tiempo.
En realidad ya están cobrando miles de millones de pesos al año por el gas, el cual no entregan porque por problemas sociales no terminan de construirse unos tramos de los gasoductos. Como aducen que no es culpa de ellos que no puedan terminar las obras, debe cumplirse lo establecido en los contratos; es decir, la CFE debe pagar como si estuviera recibiendo el producto.
2-La verdad es que muchas veces los gobernantes gastan a lo tonto en propaganda en medios, con el fin de adquirir imagen de eficaces y honestos, porque la experiencia reciente de tres casos conocidos así lo indica. El expresidente Enrique Peña gastó 65 mil millones de pesos en publicidad durante su sexenio, y todos conocemos ya como terminó en cuanto a imagen.
También Eruviel Ávila Villegas pagaba publicidad todos los días en los medios informativos de cobertura nacional, pero no pudo adquirir un liderazgo ni en el pueblo en donde nació: Ecatepec. Allá su partido perdió la alcaldía, las diputaciones locales y federales, además de la elección presidencial y la de senadores, y el año antepasado la elección de gobernador.
El ex alcalde de Toluca, Fernando Zamora Morales gastó cerca de cien millones de pesos en propaganda en los dos últimos años de su gestión, y cuando buscó reelegirse quedó en tercer lugar. En los tres casos de políticos mexiquenses, el gasto en propaganda no les sirvió de nada.
