*Lo mismo ocurre con la industria refresquera, que enferma a consumidores.
Las empresas trasnacionales procesadoras de alimentos y las dedicadas a producir bebidas embotelladas siguen ocasionado daños a la salud de miles de millones de personas en el mundo, ante la complacencia de los gobiernos, advirtió el último informe de la Comisión Lancet.
Producto de una investigación de tres años, con la intervención de la Universidad George Washington, de Estados Unidos; la Universidad Ackland, de Nueva Zelanda y especialistas de 14 países, el estudio dio a conocer los daños de los malos alimentos en las personas, y el inmenso poder de las corporaciones que procesan los alimentos, capaces de corromper no sólo a políticos y gobiernos, sino también a científicos.
Por esa razón se les permite seguir produciendo y comercializando alimentos con alto contenido graso, de sal y azúcar, cuyas consecuencias son el sobrepeso, la obesidad y la diabetes, combinadas con la desnutrición.
Dos mil millones de personas en el mundo padecen sobrepeso y obesidad, que se traducen en diabetes, cáncer y otras enfermedades graves. Además los alimentos procesados tienen baja cantidad nutriente.
Esta mezcla de factores adversos da como resultado el crecimiento de personas con sobrepeso y obesidad y desnutrición, con la cruel paradoja de que en los hogares los padres padecen obesidad y los hijos, desnutrición.
El Informe Lancet propone la celebración de una Convención Mundial para examinar y buscarle solución a estos problemas con el diseño y ejecución de políticas públicas que mejoren los procesos de producción de alimentos y la calidad de los mismos, más la reducción de la producción de alimentos procesados, especialmente de los embutidos, que generan gases efecto invernadero, lo cual también debe atenderse con la misma política alimentaria de los países.

EL PODER CORRUPTOR DE TRASNACIONALES
El estudio citado expuso también el inmenso poder corruptor de las empresas trasnacionales procesadoras de alimentos y bebidas envasadas, quienes coptan a gobiernos y en especial a legisladores para evitar se expidan leyes eficaces para reducir los efectos dañinos de los alimentos y bebidas envasadas para la salud de las personas. Sus cabilderos son altamente eficaces.
Como ejemplo cita el caso de un instituto académico y científico creado por la Coca Cola en China. Reclutó a expertos para estudiar los efectos de los alientos en la salud, pero para nada tocan las consecuencias de las bebidas envasadas en la salud de los consumidores.
Otros institutos científicos, presuntamente independientes, son financiados por las trasnacionales para falsear los resultados de sus investigaciones y dictaminar que alimentos, tabaco y refrescos no tienen un gran impacto negativo en los organismos humanos; es decir, defienden las actuales condiciones de producción y consumo de esas mercancías.