*Intermediarios frenan progreso de familias rurales; urge apoyo a comercialización.
De la redacción
(Primera parte)
El nuevo gobierno federal debe poner énfasis en el apoyo para la comercialización de los productos del campo y la industrialización de una parte de éstos por los campesinos. Esa fórmula abatiría la pobreza de la población rural del país y del Estado.

Jesús de la Cruz Martínez, asesor de la Federación de Productores de Maíz del Estado de México, aseveró lo anterior al plantear la urgencia de eliminar el excesivo intermediarismo y acaparamiento de los alimentos producidos por los campesinos, porque “un segmento de la cadena de comercialización explota a quienes cultivan los alimentos y a quienes los consumen”, advirtió.
Compran baratos los alimentos y los venden varias veces más caros en las zonas urbanas, en perjuicio de los campesinos y de los consumidores. Se quedan con la mayor parte de los beneficios del esfuerzo e inversión de los agricultores, en detrimento de su economía y la de las familias consumidoras.
Con la forma de comercialización actual de los productos del campo se da una enorme transferencia de ingresos de la población rural a los bolsillos de los grandes intermediarios y acaparadores, con el consiguiente empobrecimiento de los agricultores.
Puso como ejemplo de ello la comercialización de maíz blanco, comprado a los campesinos a entre 2.5 y 3 pesos el kilogramo, vendido después en 12 pesos a las tortillería, las cuales obtienen de un kilogramo del cereal un kilogramo y medio del producto final; es decir, unos 22 pesos, mientras el labriego se quedó con tres pesos, cuando mucho.
Además, los agricultores duran unos 4 ó 5 meses trabajando para poder cosechar; arriesgan inversión, trabajo, esfuerzo y se exponen a perder sus cultivos por fenómenos meteorológicos, mientras los intermediarios ganan mucho en dos o tres días y sin arriesgar nada ante sequías o excesos de lluvia.
De la Cruz Martínez propuso apoyo gubernamental para comercializar los productos agrícolas y para incorporarles valor con su industrialización, y así obtengan mayores ingresos y mejoren las condiciones de vida de la población rural.
La Federación de Productores de Maíz del Estado de México está impulsando ya procesos de transformación del maíz, para elevar su precio, los ingresos y las ganancias, con las cuales se mejore la calidad de vida de los campesinos.
La intermediación y acaparamiento de alimentos de origen rural, que no permite el progreso de las familias campesinas se da en todas las actividades productivas: la ganadería y la avicultura. El mecanismo es el mismo que en el caso del maíz: comprarle barato a los productores y venderle caro a los consumidores.
El asesor de los productores de maíz en la entidad urgió ponerle fin a la situación, pero aclaró: “reducir los niveles del intermediarismo no será fácil, por los grandes y poderosos intereses económicos y políticos involucrados y beneficiarios de la explotación de los campesinos, especialmente las empresas trasnacionales procesadoras de alimentos, acaparadoras también de los apoyos que en los anteriores exentos se destinaban a los campesinos”. (Continuará)