*Al menos seis presentaron demanda laboral por presunto atropello de derechos.
Quienes cobraban en la comuna de Toluca en el anterior trienio, sin obligación de presentarse a trabajar, los ‘aviadores’, no eran personal de bajos de sueldos e ingresos precarios, sino gente altamente remunerada con hasta cien mil pesos mensuales, más aguinaldos, vacaciones y primas vacacionales pagadas; es decir, salarios de más de un millón doscientos mil pesos anuales.
Aun cuando el gobierno municipal dejó de hablar del tema, extraoficialmente se sabe que el número de “aviadores” detectados llegó ya a mil cien, y todavía no termina de depurarse la nómina de miles y miles de empleados, entre los de verdad y los que saqueaban al erario sin trabajar, favorecidos por las anteriores autoridades.
Al respecto, el secretario del Ayuntamiento, Ricardo Moreno Bastida, explicó hace poco que en realidad este personal de confianza no fue despedido: terminaron sus contratos, y no se les renovaron, porque no había obligación de hacerlo. Lo sabían bien y por eso presentaron sus renuncias, sin nada que reclamar a la comuna.
Sólo en seis casos se presentaron demandas laborales, las cuales se contestarán para exponer la realidad laboral de quienes no tenían base y terminaron sus contratos, incluyendo al segmento cuya presencia en las nóminas no se justificaba.
La población los conoce como “aviadores”, y cobraban sin presentarse a trabajar. Estos empleados eran cerca de mil en la administración central y en organismos como el DIF o Agua y Saneamiento.
En el área de la presidencia municipal había un “aviador” quien ganaba cien mil pesos mensuales, que le significaban un ingreso anual superior al millón doscientos mil pesos. Los niveles salariales de los aviadores indican claramente que se trataba de personas con relaciones políticas y cercanía con los altos funcionarios públicos.
Moreno Bastida dijo que algunos de quienes no se explicaba ni justificaba su presencia en las nóminas no querían salir de las mismas, pero habían presentado sus renuncias, porque no tenían base. Recalcó que la salida de las nóminas de este personal (nunca les dijo “aviadores) fue por habérseles terminado sus contratos.
Como ejemplo dio a conocer que en su propia área había 45 personas innecesarias para la carga laboral, y quienes tampoco se presentaban a trabajar, pero además, de haberse presentado a laborar, ni siquiera existía el espacio necesario para tenerlos, por lo menos, sentados.
El tema de “los aviadores” por primera vez irritó a la sociedad. Organizaciones civiles exigen que los ayuntamientos mexiquenses no sólo den de baja a este personal cínico, sino también y principalmente se les obligue a devolver cuanto cobraron sin trabajar, e incluso se les denuncie penalmente.