*Eran clientes asiduos de vehículos de súperlujo, según las distribuidoras.
A dos meses y medio de haber finalizado el anterior sexenio, las firmas automotrices fabricantes de vehículos de súperlujo vieron desplomarse sus ventas en México, comparado con el promedio de los anteriores seis años.
Atribuyen este problema a la salida de los altos cargos públicos de funcionarios aficionados a los automóviles y camionetas de altos precios, inaccesibles para el mexicano promedio.
Se trata de unidades costosas, cuyos precios no están al alcance ni siquiera para quienes ganan 120 mil pesos netos al mes, por lo que la capacidad compra de los funcionarios clientes de las distribuidoras de estos automotores no se las proporcionaban sus ingresos, pero no se sabe de dónde obtenían dinero para adquirirlos.
La más preocupada por esta situación es la distribuidora de los autos Bentley Benta G2, cuyo precio es de 6 millones 600 mil pesos. En los últimos meses sólo pudo vender tres unidades.
También el auto insignia de Audi, el A8, que cuesta 1.7 millones, del cual sólo se ha vendido uno; la Mercedes-Benz sólo pudo comercializar tres unidades de su coche AMG GT, cuyo precios es de entre 2.3 millones y 3.8 millones de pesos.
También bajaron las ventas de los BMW de súperlujo, del Jaguar, Corvette y Alfa Romeo 4C, según los distribuidores. La distribuidora Volkswagen dejó de fabricar el Jetta Clásico que hizo popular el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador. Desaprovechó la gran publicidad que le dio el político tabasqueño, ya como presidente de la República.
