*El Estado ocupa el sexto lugar en desnutrición de adultos en el país.

A pesar de su imagen como entidad federativa rica, el Estado de México ocupa el sexto lugar en desnutrición de personas adultas en el país. Y lo más grave: ocupa el cuarto lugar en este mismo fenómeno, pero en materia infantil.
El diputado local del PVEM, José Alberto Couttolenc Buentello, expuso este problema. Citó datos oficiales sobre las condiciones alimentarias del Estado de México, el más poblado del país, con más de 17 millones de habitantes.
Recordó que, por una parte, en el país cada año se pierden 20 millones de toneladas de alimentos, y se desperdician desde que están en buen estado; mientras por otro lado, crecen la pobreza y la mala alimentación, así como su consecuencia directa: la desnutrición.
El coordinador de la bancada del PVEM en la 60 Legislatura Local se refirió igualmente a que el Estado de México figura en el grupo de las entidades federativas sin una Ley de Alimentación, cuando la población en pobreza ha crecido de manera muy grave; sobre todo, entre 2012 y 2016.
Couttolenc Buentello propuso crear bancos de alimentos en los 125 municipios del Estado de México para contribuir a reducir los índices de pobreza alimentaria, altos en el territorio estatal, cuyo efecto es la desnutrición de adultos y principalmente de la población infantil.
Del volumen de alimentos que no se consume, se informó, “70 por ciento está en buen estado, pero se tira, mientras la desnutrición crece y afecta especialmente el desarrollo de los pequeños en temprana edad, cuando más se necesita la buena alimentación”.
Sobre este tema y problema, los especialistas critican la deshumanización de la cadena de distribución de alimentos, la cual prefiere dejar que los productos se pudran, para tirarlos, bajo la premisa errónea de que si los regalan a los pobres, perderán clientes.
En realidad, los potenciales beneficiarios están excluidos del consumo por falta de ingresos suficientes para comprar alimentos. De ahí que no afectarían los volúmenes de productos comercializados ni las ganancias de los comerciantes.
José Alberto Couttolenc consideró posible la creación de bancos de alimentos en los 125 municipios mexiquenses, con la participación de centrales de abasto, mercados, supermercados y restaurantes, y la donación de los alimentos que no puedan comercializar.