1-Se entiende que el presidente Andrés Manuel López Obrador no haya querido dar a conocer los nombres de los periodistas que cobraban en la presidencia de la República. No obstante, todos en el universo informativo y analítico saben que son los de las listas que han circulado y, curiosamente, los mismos que no querían que AMLO ganará el cargo y ahora lo critican de manera irracional. La elección presidencial midió su influencia entre los votantes y las encuestas, su poder de persuasión.
2-Sorprende que los medios donde trabajan esos periodistas se muestren indiferentes ante la falta de ética de sus empleados. Ya se ha comenzado a especular sobre si los dueños de esas compañías recibían en realidad algún porcentaje de lo que les entregaba la presidencia a sus columnistas o conductores estrella, una especie de ‘moche’ para dejarlos seguir trabajando, todo ello al margen de la contabilidad fiscal de las empresas, por su puesto.
3-Lo cierto es que ya se vio que a la Cuarta Transformación le hace falta una prensa a la altura, profesional, responsable, honesta y, sobre todo, comprometida con ejercer la libertad de expresión y cumplir con la función de informar veraz, puntual y oportunamente al pueblo de México. Medios y periodistas los hay, pero no han recibido el apoyo que les falta para cumplir su misión, por el contrario, muchos son perseguidos por ejercer su derecho a informar. Eso tiene que corregirse lo antes posible.