1-A muchos cuadros de Morena les preocupa el silencio de su dirigencia nacional ante las críticas despiadadas, muchas veces infundadas de partidos opositores a las políticas de AMLO. No sale a refutar y a defender al mandatario. Deja que el presidente se defienda sólo, con el consiguiente desgaste; sobre todo, cuando los ataques son de partidos, cuya respuesta debe ser del partido en el poder.
En el caso de la carta de López Obrador a la corona española para que pida perdón por las atrocidades perpetradas por españoles en la conquista y en la colonia, el presidente mexicano recibió críticas de partidos derechistas de ese país, ante lo cual los representantes de Morena se mostraron desinteresados e indiferentes.
2-Mal le fue al exsecretario de Hacienda y exsenador Ernesto Cordero Arroyo. El TEPJF validó su expulsión del PAN, por desleal, por atacar y denunciar penalmente al candidato de su partido, acusar de corruptos a sus líderes y llamar a votar por José Antonio Meade.
El Tribunal argumentó que, además, Cordero no era un simple militante, sino un cuadro relevante quien presidía la directiva del Senado de la República.
El excolaborador de Felipe Calderón se quedó sin partido y sin chamba, porque el candidato a quien idealizó en campaña, fue aplastado en las urnas.
