
*Registrados en Ecatepec niños que vivían en Campeche.
El Estado de México está nuevamente en el centro de la mirada del nuevo gobierno federal con el problema de las estancias infantiles, cuyos padrones estaban inflados con 97 mil infantes no localizados, en agravio de fondos públicos y programas sociales.
La entidad mexiquense, particularmente Ecatepec, fue utilizada para desviar fondos del programa de estancias infantiles que, según la información oficial del gobierno anterior, atendía a 330 mil infantes.
En la revisión de esos expedientes, la Secretaría de Bienestar -que sustituyó a la de Desarrollo Social- habría detectado 97 mil casos de niños registrados, pero que no asistían a las estancias infantiles, conocidas antes como “guarderías”.
Entre las irregularidades destaca la inexistencia de las calles en las colonias donde supuestamente vivían los niños; el registro de pequeños en guardería de un estado y de un hermanito en otra entidad federativa; la inexistencia de domicilios o el desconocimiento de vecinos de la identidad de las madres de los infantes.
El mayor número de padrones inflados se encontraron en el Estado de México, especialmente en Ecatepec, pero las irregularidades, mayores o menores, se registraron en el 70 por ciento de las estancias infantiles en todo el territorio nacional.
El caso de la entidad mexiquense fue notorio por las circunstancias alrededor de la inflación de los padrones: no hubo mesura ni sentido común al momento de integrar la relación de los infantes beneficiados con el citado programa.
Tal vez seguros de que las listas jamás serían revisadas por autoridad alguna, los autores del fraude y corrupción incurrieron en errores infantiles. Quién sabe de dónde consiguieron datos privados de pequeños de otros estados para inscribirlos como beneficiarios del programa.
De esta forma, según la información difundida por la Secretaría del Bienestar, infantes que vivían en el sureste mexicano estaban inscritos en el Estado de México para fines de desviación de fondos públicos.
Los niños existen, pero no podían ser traídos diariamente desde Campeche a Ecatepec para dejarlos en las estancias y regresar por ellos en las tardes para regresarlos a sus hogares, cuando entre una ciudad y otra hay una distancia de mil 135 kilómetros.
Menos era posible si se toma en cuenta que las estancias infantiles atendían a hijos de madres trabajadoras excluidas del sistema de seguridad social; es decir, de bajos salarios.
En las revisiones se encontraron otros casos menos graves, pero irregulares, como el de niños inscritos en las estancias a pesar de que sus padres estaban afiliados al IMSS o ISSSTE, lo cual no se permitía en las reglas de operación, porque el programa de estancias infantiles estaba destinado a las madres de familias sin la protección de algún sistema de seguridad social.