
*El periodista y legislador dejó un hueco difícil de llenar en los medios públicos.
De la redacción
A tres semanas de su fallecimiento, el periodista y diputado local de la Ciudad de México, Virgilio Caballero, sigue siendo recordado por sus grandes aportaciones al nacimiento y fortalecimiento de los medios informativos públicos.
El informador y analista profesional, sin buscarlo, se vio involucrado en la lucha electoral, y en cuatro años ganó dos elecciones para cargos de representación popular: una diputación federal y una local; ambas, por Azcapotzalco, de la Ciudad de México.
No obstante, su faceta más reconocida fue la de comunicador e impulsor de medios públicos, especialmente electrónicos, de los cuales fundó algunos sistemas en las entidades federativas. Los segmentos éticos del universo periodístico nacional elogiaron la trayectoria profesional del tamaulipeco de 77 años, quien adicionalmente tuvo el valor de la honestidad.
Sus allegados recuerdan que -después de décadas de dedicarse al periodismo- vivía en un modesto departamento en una de las zonas populares de la alcaldía de Azcapotzalco, mientras informadores y analistas profesionales mediocres son millonarios y habitan fastuosas mansiones. Los periodistas veteranos recuerdan que Virgilio Caballero tuvo colaboradores de la talla de Manuel Buendía.
Sus aportaciones fueron decisivas en los casos de las televisores y radiodifusoras públicas en Oaxaca, Quinta Roo, Sonora, y no menores en los casos de lo espacios noticiosos y de reflexión del Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y su contribución a la fundación y consolidación del Canal del Congreso.
Todo esto y más acciones que desplegó Virgilio Caballero fueron destacadas estos días con motivo de su fallecimiento. El apego de este hombre a las causas sociales también fue destacado, al igual que su renuencia a ingresar a los medios informativos comerciales.