COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
SOSPECHOSA OMISIÓN DEL NECESARIO DEBATE DE
LOS PROBLEMAS NACIONALES: NO SE EXAMINAN
No resulta saludable la ausencia del debate indispensable sobre las condiciones generales del país y de los grandes, numerosos y graves problemas existentes. Los autodenominados “analistas políticos” y los expertos o especialistas en determinados temas, inexplicablemente no los examinan a profundidad y con objetividad.
Lo más criticable es que no ignoran la realidad, actúan en forma facciosa; fingen desconocerla; es decir, asumen un comportamiento contrario del que debe tener un analista verdadero, imparcial, empeñado en orientar a lectores, televidentes o radioescuchas con sus interpretaciones de los acontecimientos que inciden en la vida de todos y requieren de explicación.
La parcialidad y el dolo inclusive de quienes son o aparecen como conocedores de los problemas nacionales y del funcionamiento y desempeño de las instituciones y de quienes las encabezan es evidente: no reflexionan sobre los problemas y sus orígenes, sino exclusivamente sobre la forma de abordarlos y buscarles solución por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador.
No hay reflexiona, ni debaten, por ejemplo, sobre las causas de la caída de la producción de alimentos y petróleo, de la corrupción, de la inseguridad pública, del endeudamiento, del abandono de las refinerías, de la impunidad, de la pobreza, la desigualdad, la ineptitud de las anteriores autoridades y de su desinterés por atender los problemas de la mayoría.
Los analistas políticos, los expertos, los especialistas y conocedores son virulentos, en cambio, frente a las medidas con las cuales el nuevo gobierno busca frenar el agravamiento de la problemática y después revertirla. Las consideran erróneas, limitadas, insuficientes y auguran altos costos económicos y sociales.
Y no es que se proponga guardar silencio ante las acciones institucionales ejecutadas o anunciadas; al contrario, debe señalarse lo que se considere inconveniente, pero no puede examinarse un problema sin antes examinar sus orígenes, sus causas, los responsables y culpables de generarlos, y las motivaciones de esas malas decisiones que ocasionaron las dificultades.
Los llamados analistas proceden como si López Obrador fuera culpable, no de adoptar medidas probablemente insuficientes para resolver los problemas, sino de haberlos ocasionado, lo que evidentemente no puede ser, porque la problemática se vino gestando desde al menos hace 36 años, y el tabasqueño no cumple todavía cinco meses en el cargo.
El debate debe centrarse fundamentalmente en el origen de los problemas y de las políticas inadecuadas, su dimensión, sus consecuencias y los culpables de generarlos, y después, sobre los planes, programas y acciones con los que se pretenden resolverlos, pero esto no ocurre y los críticos del presidente de la República proceden como si esos problemas hubieran surgido por generación espontánea el primero de diciembre de 2018 y no hubieran estado presentes el 30 de noviembre anterior.