*México es presionado para que condene a Maduro, aunque viole la Constitución, que postula la no intervención en los asuntos internos de otros países.
La hipocresía de la ultraderecha internacional, dueña de los medios informativos nen América Latina, no tiene límites en el caso de Venezuela. Argumentan que apoyan la causa de la democracia, pero no condenan el llamado de Guaidó a las fuerzas armadas para que den un golpe de Estado, lo cual es antidemocrático y dictatorial.
Guaidó no fue electo presidente, sino diputado y -por lo tanto- no puede ser legítimo “encargado de la presidencia” de su país. Y por el contrario, califican de usurpador Nicolás Maduro, cuando éste fue electo en unas elecciones avaladas por observadores internacionales.
El presidente venezolano puede ser inepto, ineficaz, ineficiente, pero no es ‘usurpador’. En cambio, la cúpula opositora está de acuerdo inclusive con la invasión militar por parte de Estados Unidos; es decir, con la ocupación de su país.
En este contexto, México es presionado para que condene a Maduro, aunque viole la Constitución, que postula la no intervención en los asuntos internos de otros países, la autodeterminación de los pueblos, la solución pacífica de las controversias y el respeto a los derechos humanos.
Enrique Peña Nieto, o más bien quien mandaba de verdad en el país, Luís Videgaray Caso, violaron estos principios. Y fue y es falso el argumento de que México debe defender los derechos humanos en Venezuela, pero si hubiera un golpe de Estado o una invasión militar de Estados Unidos, las violaciones a los derechos humanos serían generalizadas, lo cual y en forma dolosa y mal intencionada ocultan los medios informativos de la derecha (casi todos) del continente.