*Ocultamiento doloso de información. *Costaría 400 mil MDP y terminaría en 2024.
De la redacción
Además de las desventajas de construir en un ex vaso de lago, con severos e irreversibles daños ambientales ya para la región, el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco nunca se debió aprobar y, menos, iniciar su construcción, la cual comenzó sin proyecto integral ni estar incluida en el Plan Nacional de Desarrollo de la anterior administración.
Además, hubo dolo en la modificación de contratos al alza, lo cual encareció la megaobra. Ya en 2016 la empresa internacional “Parsons Corporation”, contratada para la gerencia de la ejecución del proyecto, alertó sobre el incremento del monto de la inversión requerida. De los 169 mil millones de pesos originales se elevó a entre 16 mil millones y 17 mil millones de dólares (más de 330 mil millones de pesos, al tipo de cambio de ese tiempo), y la terminación sería en 2024, varios años más de lo previsto.
Javier Jiménez, secretario de Comunicaciones y Transporte, dio a conocer a detalle las razones por las cuales fue cancelada la construcción del NAIM en Texcoco y se realizará la ejecución de otro proyecto en Tecámac, cuyos trabajos no comenzaron el lunes pasado, como se informó, sino será hasta junio.
El funcionario federal acusó de dolo al Grupo Aeroportuario, al ocultar información relevante, como esa de Parsons Corporation, y todo lo relacionado con los daños ambientales, los cambios de los contratos y las demandas que había. No dieron a conocer las modificaciones para que las controversias entre las partes no se resolvieran en juzgados del país, sino en el extranjero. Estas demandas suman en estos momentos más de 6 mil millones de pesos.
El Grupo Aeroportuario, directamente encargado de la construcción del NAIM modificó contratos en términos contrarios al interés público, porque en 2018, último año del sexenio, se garantizó a los acreedores aplicar penalidades onerosas, no pactadas originalmente, para los casos de cancelación de la obra o la no terminación de la misma en los plazos fijados, cuando ya llevaban retraso en la ejecución del megaproyecto.
El titular de la SCT dio a conocer que ya se presentaron a la Secretaría de la Función Pública (SFP) todos los casos documentados de presunto dolo e incumplimiento de la normatividad, porque se elevaron en forma excesiva los montos a pagar, sin justificación, en perjuicio de los intereses del gobierno.
La cancelación del NAIM en Texcoco costará cien mil millones de pesos, pero se evitará una inversión de 400 mil millones de pesos, además se evitaron mayores daños ambientales y sociales a la región.
NO HUBO INVERSIÓN PRIVADA
Jiménez Espriú reveló que en el proyecto aeroportuario cancelado no hubo inversión privada, sino caro financiamiento privado y contratos de obras, y desmintió lo que con tanto énfasis difundió Gerardo Ruiz Esparza, quien era titular de la SCT, en el sentido de que el NAIM no costaría al erario, porque se pagaría con lo que se recaudaría por el las Tarifas de Uso de Aeropuerto (TUA).
“Los ingresos de la TUA son públicos; es dinero del gobierno, por lo que era falso que no se destinarían fondos públicos al proyecto”, dijo el funcionario.