1-Ahora que se aprobó la reforma educativa en el Congreso de la Unión e iniciará su aval en las legislaturas locales, y que Elba Esther Gordillo retomó su activismo sindical en el SNTE, muchos se preguntan dónde tiene su plaza de trabajo, porque si no es maestra activa no puede participar en la lucha sindical. Tenía una “aviaduría” en el Estado de México, pero se anunció le fue retirada cuando la encarcelaron. No se sabe si se le volvió a entregar esa plaza que cobraba, pero no ocupaba. Y no puede ser comisionada sindical porque no tiene representación gremial.
2-Es increíble el grado de parcialidad y pérdida de objetividad de gran parte de los medios informativos de cobertura nacional. El lunes, en el programa de análisis de Televisa hubo quienes se dolieron de que no hayan figuras en la oposición de la dimensión requerida para enfrentar al gobierno de López Obrador, y uno de los participantes fue más allá: confió en que de este tipo de movilizaciones surja un Guaidó mexicano. Ni de lejos se ruborizó por el hecho de que Guaidó esté implorando una invasión militar de Estados Unidos a su país y no se cansa de pedirles a los militares que den un golpe de Estado, lo cual lo pinta como golpista, no como demócrata. Así de facciosa está la casi totalidad de los grades medios informativos del país.