El poder que le confirieron anteriores gobiernos ensoberbeció a Isabel Miranda de Wallace y extravió su lucha contra el secuestro, al grado de llegar al extremo de acusar directamente al presidente Andrés Manuel López Obrador de proteger a secuestradores.
El popular personaje, que construyó particularmente Felipe Calderón Hinojosa, tiene a un hijo desaparecido y presumiblemente secuestrado y asesinado, lo cual le ganó justificadamente mucha solidaridad social.
No obstante, ahora es señalada de falsear hechos y haber participado directamente en actos de tortura contra acusados de secuestro, incluso por haber propiciado la violación de los derechos humanos de quienes están sentenciados por el secuestro y desaparición del hijo de la dirigente de la organización “Alto al Secuestro”, con el consiguiente riesgo de que si se comprueban las torturas quedarán en libertad, sean culpables o no de ese y otros delitos.
Además, como luchadora social que se autodenomina, debería encabezar las jornadas de búsqueda de cuerpos de desaparecidos en fosas clandestinas, porque su hijo está desaparecido. Y no lo hace.