
En un caso de extrema irresponsabilidad, las autoridades de Metepec permitieron la quema de cohetes en plena contingencia ambiental. Una gran cantidad de estos objetos explosivos fueron lanzados al aire, como parte de las festividades del día de San Isidro.
A ningún funcionario y menos a las áreas de cuidado ambiental y protección civil se les ocurrió que esa acción agravaba los problemas de la alta contaminación, que obligó incluso a las autoridades estatales a suspender clases en los planteles escolares.
Se dieron gusto lanzando cohetes al aire, con la consiguiente combustión de pólvora y generación de humo, sin que el gobierno municipal reflexionara sobre lo que ello significaba para las malas condiciones ambientales. Un ejemplo claro de la actitud de los gobiernos ante los problemas de contaminación.