*Falta de sentido común, sin capacidad para dar pases ventajosos, la mayoría.
Gane quien gane el próximo domingo el título del torneo de Clausura del fútbol mexicano de la primera división, la competencia permitió confirmar una de las principales característica de los jugadores mexicanos: la mayoría la integran zonzos.
Son pocos los futbolistas quienes, además de calidades físicas para ese deporte, poseen sentido común cuando se enfrentan a sus rivales. La mayoría no sabe distinguir la conveniencia de dar un pase a compañero u a otro; es decir, no saben entregar el balón al ubicado en mejor posición.
Casi no hay quienes, como sí lo hace Hirving Lozano en el PSV de Holanda, sepan conducir la pelota y al mismo tiempo levanten la cabeza para ver a quién deben darle el pase. Generalmente escogen al primer compañero que ven, aun cuando sea el que tiene más marca.
En la propia liguilla se observan estas deficiencias, no vistas en el futbol de las mejores ligas europeas. Por eso aquí los partidos no son brillantes, sino mediocres. Los buenos encuentros son escasos en cada torneo y lo fueron en el presente.
Forma parte de la zoncera de los futbolistas la falta de efectividad frente a las porterías: es increíble el número de fallas de este tipo en cada partido. Los balones salen desviados varios metros y también varios metros arriba de los largueros pasan las pelotas, inclusive cuando son disparadas a pocos metros de distancia.
Lo más criticable: se trata de futbolistas “profesionales”, algunos de ellos ganan sueldos elevados, y que no justifican en la cancha. Nos referimos a los jugadores de campo, porque los porteros son diferentes.
Los guardametas de los equipos mexicanos casi todos son buenos, o tal vez los haga ver así la ineficacia de los delanteros, pero en el torneo regular y en los juegos de la liguilla tuvieron actuaciones soberbias.
Los equipos que llegaron a la final lo consiguieron porque sus porteros evitaron goles que les hubieran significado la derrota y eliminación de esta fase.
Calificar de zonzos a la mayoría de los futbolistas mexicanos no es ofenderlos, ni insultarlos, y mucho menos agredirlos: se trata de una definición de los diccionarios de la lengua española, apropiada para definir a la falta de sentido común que muestran cuando dan un pase al compañero más comprometido por las marcas, no a quien está desmarcado o cuando en lugar de pasar la pelota en el área al que está en mejor condiciones de anotar, tiran al marco, con la consiguiente falla.
En el lado contrario, cuando pueden anotar, deciden entregar la pelota al compañero que tiene marcas, lo que hace que se pierda la oportunidad de vulnerar la meta rival. De la misma forma, cuando deben dar un pase medido, tiran verdaderas pedradas y cuando deben lanzar largos pases, no legan los balones, porque los interceptan los de enfrente. Pura Zoncería.
