*En 8 años no cumplieron la Ley de la Juventud; crearon figuras no establecidas.
CLAUDIA HIDALGO
A ocho años de la aprobación de la Ley de la Juventud, sólo el ayuntamiento de Ayapango, uno de los menos poblados del Estado, cumplió con la creación formal de su Instituto Municipal de la Juventud; el resto, dejó estas funciones en la figura de coordinadores, enlaces, jefaturas de departamentos, responsable de la juventud, subdirecciones, consejos y aún de regidores. Hay quienes ni siquiera crearon estas áreas.
La diputada Brenda Aguilar Zamora, del grupo Parlamentario del PRI, denunció esta falta. Recordó que en el 12 de agosto de 2010 se aprobó el decreto por el cual se expidió la citada ley, como un instrumento normativo que plasma derechos y obligaciones en favor de este segmento poblacional, con la finalidad de garantizar su desarrollo integral.
En ella se establece un catálogo de responsabilidades a cargo de las autoridades, entre las cuales destaca la obligación de los ayuntamientos “a promover y ejecutar las políticas y programas que sean necesarios para garantizar a los jóvenes, el ejercicio y goce pleno de los derechos establecidos en ella”.
En su artículo 24 considera la creación de un Instituto Municipal de Atención a la Juventud que, en forma directa, promueva las acciones necesarias para dar cumplimiento a la Ley de la Juventud del Estado de México.
Por otro lado, el artículo 123 de la Ley Orgánica Municipal del Estado de México, establece que son los ayuntamientos quienes están facultados para constituir con cargo a la hacienda pública municipal, organismos públicos descentralizados, con la aprobación de la Legislatura del Estado; especificando como uno de ellos el Instituto Municipal de la Juventud.
Por ello la Legislatura local acordó enviar un exhorto a los 124 ayuntamientos incumplidos en la creación de sus institutos municipales de la juventud, con los cuales se pueda impulsar las políticas de fomento y desarrollo de ese segmento, de acuerdo con las necesidades específicas de cada municipio,
Aunado a ello, agregó, se diseñarían programas de atención con un sentido incluyente y participativo; se fomentaría la participación de sectores públicos y privados, y se generarían canales formales de comunicación interinstitucional que aporten recursos adicionales para el beneficio de los jóvenes”, expresó la legisladora.
Esto, tomando en cuenta que en la entidad existen cinco millones de jóvenes y representan el 30 por ciento de la población, lo cual significa una importante fuerza social, económica, política y cultural, que enfrenta retos relacionados con necesidades básicas como salud, educación, trabajo y participación social, por ello es importante que los ayuntamientos asuman sus obligaciones.
“De los 5 millones, más de 700 mil jóvenes tienen estudios hasta nivel primaria; cerca de 2 millones, hasta nivel secundaria: un millón 300 mil alcanzan preparatoria o bachillerato general. Sin olvidar que aproximadamente 235 mil de ellos no estudian y tampoco trabajan”, aseveró.
Esto indica que los jóvenes representan un sector poblacional diverso, con gran dinamismo y potencial productivo, que enfrenta múltiples desafíos, tiene diferentes necesidades y exige el acceso a mayores oportunidades para mejorar su nivel de vida.