1-La captura de Alonso Ancira Elizondo por diversos delitos derivados de la venta con sobreprecio excesivo de una planta “chatarra” a PEMEX debe aprovecharse para que se le haga justicia a 400 medianos y pequeños empresarios, quienes quebraron porque Altos Hornos de México, propiedad del detenido y de la cual eran proveedores, jamás les pagó fuertes adeudos. Se declaró en quiebra y en suspensión del pagos, en perjuicio de esos emprendedores y los trabajadores que empleaban.
Por cierto, fue muy ilustradora una fotografía de archivo publicada ayer por “La Jornada” en su portada: aparece Ancira Elizondo y Emilio Lozoya juntos en un acto público, desternillados de la risa. No pudo dejar de asociarse ese escena con el negocio de la planta de fertilizantes comprada a 10 veces su valor real por Lozoya al empresario.
2-No son buenos los comentarios sobre la mayoría legislativa de Morena en la Legislatura Local, por no poder remover al titular del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México, Fernando Baz Ferreira. Los analistas político estiman que un poder político, más fuerte que la bancada morenista respalda al funcionario, quien en diez años al frente del OSFEM no ha denunciado por corrupción a ningún pez gordo, a pesar de que el anterior gobierno estuvo considerado el más corrupto del país.
Tampoco ha encontrado sobreprecios en compras y obras públicas, ni detectado enriquecimiento ilícito y no se sabe que haya investigado los casos de extorsión que presuntamente han cometido sus colaboradores contra alcaldes, a quienes inclusive le han inventado malas cuentas. A pesar de ello, no pueden destituirlo, y eso se toma como signo de debilidad.