1-Fue en el PRI donde menos bien cayó la propuesta de uno de sus cuadros relevantes, Manuel González Espinosa, para que desde ahora ese partido y el PAN comiencen a construir una alianza electoral para la elección de gobernador en 2023, y competir con posibilidades de éxito frente a MORENA y sus aliados.
Los priístas recuerdan que ni unidos el PAN y el PRI hubieran ganado el gobierno de Baja California y que, posiblemente, esa alianza en Puebla hubiese molestado a panistas y priístas, al grado de que éstos últimos se habrían inclinado por Morena, por encima de su abanderado, por lo cual tampoco hubieran ganado.
2-Los panistas no ven con desagrado y hasta le encuentran conveniencia a ir en alianza con el PRI en la elección de gobernador mexiquense del 2023, pero sostienen que como ellos constituyen la primera fuerza electoral en suelo mexiquense, el PRI debe adherirse a una candidatura del PAN; es decir: el abanderado debe surgir de las filas del tricolor, porque además el PRI no tiene cuadros competitivos. “Más bien no tiene cuadros”, comentó con ironía un mando panista.