COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
DISTINGUIR INSTITUCIONES DE SUS CABEZAS: CASO UAEM
Durante el último año de Eruviel Ávila Villegas como gobernador su administración fue la más corrupta de todas las estatales. Y no las superó por poco en este fenómeno, sino con un ciento por ciento, según información del INEGI, un órgano del Estado Mexicano, nada sospechoso de ser opositor a las autoridades.
Esa información dio lugar a una irresponsable generalización de esta circunstancia en los medios informativos, porque no se habló de la corrupción de quienes integraban la cúpula del gobierno mexiquense, sino que se consideró al Estado de México como el más corrupto del país, en una clara injusticia para la entidad y para sus entonces 16.8 millones de habitantes.
El Estado de México y su población no eran, ni son corruptos, sino víctimas de este vicio de las autoridades, pagada con sus malas condiciones de vida, pero por esa nefasta costumbre de generalizar y no distinguir, a un estado, o un país de sus instituciones, ni a éstas de quienes las encabezan en un momento dado, se falsean las cosas.
Eso es lo que está pasando actualmente con la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), a la cual se colocó en una situación que no merece, ni le corresponde. Le cargan culpas de una administración de hace varios años, cuando la institución de estudios superiores fue utilizada por dependencias del anterior gobierno federal para desviar fondos públicos, en lo que se conoció como la “Estafa maestra”. No obstante, la responsabilidad de esas maniobras ilegales no se atribuyen ni limitan a los presuntos involucrados, sino a toda la UAEM, en una evidente injusticia.
Esta falta de diferenciación entre instituciones y quienes las encabezan en determinado tiempo ha generado posiciones radicales en contra de la Máxima Casa de Estudios mexiquense, como la del diputado local y ex alcalde de Naucalpan, Edgar Armando Olvera Higuera, del PAN.
En una sesión de la Comisión de Vigilancia del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), el legislador panista planteó que no se le otorgue un solo peso a la UAEM mientras no se aclare lo de la “Estafa maestra” y lo de las cuotas al ISSEMYM. Es entendible y justificable su interés porque el problema se esclarezca y se sancione a los responsables.
No obstante, fue un exceso lo dicho por el legislador, pues su planteamiento fue el de castigar a la institución, sus alumnos, maestros y personal administrativo, por las actuaciones cuestionadas e investigadas de algunos de sus anteriores funcionarios. La Universidad debe ser apoyada en todos los aspectos, lo cual no equivale a darle impunidad a quienes hayan violado las leyes.
Eso deben entenderlo quienes estigmatizan a la UAEM por lo ocurrido. No hay duda respecto de las obligaciones de la representación popular mexiquense de vigilar la correcta aplicación de los fondos públicos estatales donde quiera que ejerzan, pero no debe hacerse como lo propuso Olvera Higuera, porque pedir que se investigue, esclarezca y sancione lo de la “Estafa maestra” o cualquier otra irregularidad no se contrapone con la conveniencia, utilidad y urgencia de mantener el respaldo presupuestal a la Universidad, para que cumpla sus tareas sustantivas.