
*Ancira, favorecido con la privatización de AHMSA y venta de chatarra a precio de oro.
La captura en Mallorca España, con fines de extradición, de Alonso Ancira Elizondo, sacó a relucir su condición de ejemplo de la desviación en México de bienes y fondos públicos en beneficio de particulares, amigos o prestanombres de los poderosos.
La empresa insignia del grupo del ahora encarcelado, “Altos Hornos de México” (AHMSA) fue fundada en 1942, en Monclova, Coahuila, y después de muchos años fue expropiada por el gobierno en la década de los ochenta, para después de fuertes inversiones ser entregada por Carlos Salinas de Gortari, a precio de ganga, casi regalada, al grupo empresarial encabezado por Ancira, lo cual según el senador y dirigente sindical Napoleón Gómez Urrutia, robustece la sospecha de que en realidad el emporio acerero es del expresidente o su familia.
La transferencia de fondos públicos a particulares en el caso de de Ancira Elizondo revistió la modalidad de compra de Pemex a AHMSA, con sobreprecio de una empresa “chatarra”, que en sus buenos tiempos producía un millón 200 mil toneladas de fertilizantes.
Se pagó mucho más del valor, en beneficio de Ancira Elizondo, quien en 1999 se declaró en quiebra, perjudicando a miles de proveedores de Altos Hornos de México, entre ellos más de 400 pequeños y medianos empresarios que no pudieron sobrevivir a la falta de pago por parte del corporativo de Ancira, integrado por la empresa principal y nueve subsidiarias.
La declaratoria de quiebra fue considerada fraudulenta, y como consecuencia de ello, en los primeros años del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa fue derogada la Ley de Quiebras, que permitió el daño a los proveedores del ahora encarcelado.
En 2007 se expidió la Ley de Concurso Mercantil, que en teoría no permiten maniobras fraudulentas de quiebra, como las que le atribuyen al detenido en Mallorca, España.
Alonso Ancira Elizondo pudo regresar rápido a México, después de ser detenido, pero no quiso y se preparó para pelear jurídicamente la extradición, a la que se opone para no enfrentar las leyes mexicanas.