El INEGI dio a conocer que en el país 2.3 millones de niñas y niños de entre 5 y 17 años de edad trabajan en actividades económicas no permitidas o en quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas, y representan al 11.0% de la población infantil total.
De este porcentaje, más de la mitad (57.0%) se ocupa solo en una actividad no permitida, un 36.2% solo en quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas y un 6.3% en ocupación no permitida. De acuerdo con el INEGI, el trabajo infantil es un fenómeno predominantemente masculino.
De los 2.3 millones de niñas y niños ocupados en una actividad económica, más de 1.6 millones son niños, con una tasa de ocupación de 10.8%, en tanto el número de niñas ocupadas asciende a 697 mil, con una tasa de 4.8%.
La UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) considera que cualquier actividad laboral a temprana edad tiene un efecto negativo en el desarrollo físico, psíquico, educativo y social de las niñas y niños, pues constituye un obstáculo para el disfrute de sus derechos de gran trascendencia, como la educación.