
*Muchos hospitales inaugurados duraron años sin personal, ni equipamiento.
De la redacción
En los últimos 15 años los gobiernos federales invirtieron miles de millones de pesos en la construcción de 306 obras de infraestructura para la salud, pero no se concluyeron y un alto porcentaje de las mismas no pueden rescatarse, por el alto nivel de deterioro.
“En muchos casos saldría más barato construir otras clínicas u hospitales que invertir en su rescate y terminación”, dio a conocer Jorge Alcocer, secretario de Salud.
Clínicas y hospitales fueron “mal planeados, ubicados en sitios inconvenientes, incluso en predios sin tener seguridad jurídica y localizadas donde no se necesitaban”, según el diagnóstico del sector salud, elaborado por las nuevas autoridades federales.
Hay obras suspendidas o abandonadas desde 2004, durante el gobierno de Vicente Fox Quesada, invadidas ya por la maleza y cuyo deterioro es tan grande que ya no pueden rescatarse.
El problema de la infraestructura inconclusa y abandonada se agrava por el abandono del mantenimiento, equipamiento y dotación de personal de clínicas y hospitales en operación, lo cual afecta la calidad de los servicios médicos de la población de menores ingresos y excluida del sistema de seguridad social, abundó el secretario de salud.
Los problemas del deterioro de la atención a la salud no se limitaron a la infraestructura física del sector, sino se extendieron también al desempeño y actitud del personal médico, de enfermeras y personal administrativo frente a los enfermos.
Se perdió el sentido del médico como líder de la comunidad, porque abandonó el trato humano, pues “como cualquiera puede verificarlo, ya no miran a los ojos al paciente. Se concentran en revisar los expedientes en la computadora y ven más el reloj que al enfermo, con ello se perdió la empatía entre ambos”, advirtió Jorge Alcocer.
“Si el paciente no atiende las indicaciones del médico, por esa falta de empatía, no se toma la molestia de tomarse los medicamentos y, consecuentemente, no se cura y es capaz de guardar, regalar o vender el medicamento, algo frecuente y negativo en el caso de los afectados por la diabetes”, reiteró el funcionario.
Entre los factores del abandono de las obras de infraestructura para la atención de salud, además de la mala o falta de planeación, destaca el incumplimiento de las empresas constructoras, el encarecimiento y consecuente insuficiencia de recursos presupuestal y las malas condiciones del suelo donde se construían.
De acuerdo con la información del secretario de Salud, las obras inconclusas llevan en promedio 4.6 años suspendidas, por ello, las que están en condiciones de terminarse se atenderán; las otras, se perderán.
El otro problema detectado fue el de los hospitales inaugurados sin equipamiento, ni personal, en una simulación con efectos perniciosos para la población, porque no se le atendió, a pesar de que oficialmente clínicas y hospitales enteraron en operación.