*Cambió composición de migración: ahora hay niños, mujeres y adultos mayores.

De la redacción
Entre los grupos de migrantes centroamericanos ingresados al país este año, 43 mil 875 fueron niños y niñas sin acompañantes; es decir, viajaron solos, exponiéndose a graves peligros de todo tipo.
El dato, preocupante por sus implicaciones, fue proporcionado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en Tijuana, Baja California, durante la megamanisfestación de unidad de los mexicanos y de amistad con el pueblo de Estados Unidos.
El mandatario expuso datos desconocidos del fenómeno migratorio, originado en Honduras, El Salvador y Guatemala, en ruta hacía los Estados Unidos, en busca de trabajo bien remunerado, cuyas consecuencias para México son la crisis en la relación bilateral con los Estados Unidos y la amenaza de aranceles.
López Obrador dio a conocer que del primero de enero al 8 de junio del presente año ingresaron al territorio nacional por el sur 521 mil centroamericanos, con la intención de cruzar el país de sur a norte hasta suelo estadounidense.
Resultó grave lo revelado por el presidente de la República: del total de migrantes de Centroamérica casi 160 mil fueron menores de edad, con los casos extremos de los cerca de 44 mil que no venían con ningún familiar adulto.
Fueron niños y niñas solos, sin la protección de familiares que, aún en su condición de indocumentados, podrían haberles procurado algún apoyo. En esa circunstancia de indefensión y desventajas físicas por la tierna edad, buscaban llegar a la frontera de México y Estados Unidos e ingresar a ese territorio, después de recorrer miles de kilómetros.
CAMBIO EN COMPOSICIÓN DE GRUPOS MIGRANTES
Diversos especialistas en temas de migración centran la atención en cambios importantes en el fenómeno migratorio de los países de Centroamérica, desconocidos o no acentuados como ahora.
El ingreso a México de personas indocumentadas de El Salvador y Guatemala y Honduras ha ocurrido desde hace muchas décadas, pero ahora registra características ausentes en años anteriores.
Los grupos de migrantes, antes eran menos numerosos y estaban integrados casi exclusivamente por hombres jóvenes, ahora incluyen niños, mujeres y personas de la tercera edad, aun con discapacidades físicas, movidas en sillas de rueda.
Lo más delicado es que también niños se incorporan a las denominadas “caravanas”, de los cuales, según informó el presidente López Obrador, este año casi 44 mil viajan sin familiares adultos.
Familias completas de esos tres países abandonan todo y se lanza a una travesía de miles de kilómetros que no tiene garantizado el logro de ingresar y encontrar trabajo en los Estados Unidos, en una época de mayor xenofobia del gobierno estadounidense.
Según los expertos, estos grandes flujos migratorios huyen de la pobreza, de la violencia, de gobiernos que los han abandonado, pero también por poca reflexión, pues no calculan que las posibilidades de llegar a Estados Unidos y ser aceptados son muy reducidas.