Grave pérdida para el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador fue la salida de Carlos Urzúa Macías de la SHCP, una de las dependencias estratégicas del Poder Ejecutivo Federal; sobre todo, porque en su carta de renuncia mostró desacuerdo con algunas políticas públicas “sin sustento” y se quejó de que le impusieron funcionarios que desconocen la hacienda pública.
Habló de que personajes influyentes (¿Alfonso Romo?) quienes tienen conflictos de interés decidieron esas imposiciones. Y aun cuando al inicio del texto citado agradeció la oportunidad que AMLO le dio de servirle a México, al final se despide sólo con un “atentamente”, sin desearle éxito a la administración lópezobradorista, lo cual indica mucho.
El gabinete había sufrido el 25 de mayo una baja: la de la titular de la SEMARNAT, pero en ese caso fue por errores de la secretaria Josefa González Blanco Ortiz Mena, cuando detuvo un avión 40 minutos, porque se le hizo tarde para llegar al AICM.
La carta renuncia de Urzúa Macías fue más parecida a la de la renuncia de Germán Martínez Cázares al IMSS, precisamente, por desacuerdo con el primero, a quien acusó, coincidentemente, de haberle impuesto funcionarios.