Futbolistas que Rechazan Jugar con la Selección ¿Cuál es el Problema?

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Carlos Vela, extraordinario futbolista al quien no le interesa la selección, su deporte.

*Gana México Copa de Oro sin varias de sus figuras; terminó invicto el torneo.

De la redacción

El tema de los buenos futbolistas mexicanos desinteresados en participar en algunos juegos de la selección mexicana divide a los aficionados y a los comentaristas de este deporte. Las posiciones son maniqueístas, más que las asumidas por partidarios y detractores del presidente Andrés Manuel López Obrador.

En este escenario el representativo nacional ganó la Copa Oro, sin varias de sus grandes figuras. Venció en Chicago a la selección de Estados Unidos, aunque pasó apuros y en el primer tiempo el rival fue superior y en varias ocasiones estuvo a punto de anotar.

Desde la parte crítica, para jugadores como Carlos Vela, Héctor Herrera y Jesús ‘Tecatito’ Corona la reprobación y hasta condena son categóricas.

Casi los acusan de traidores a la patria y piden el paredón, sin tomar en cuenta las muchas circunstancias que concurren en la vida personal, profesional y familiar de un jugador, quien por lo general cuando es triunfador es colocado a la altura de los héroes.

En cambio, cuando pasan los años y se ven obligados a retirarse, un alto porcentaje de los futbolistas, aun quienes ganaron mucho dinero, fueron seleccionados y triunfaron, padecen penurias económicas; sobre todo, por no saber administrar bien sus ingresos.

En estas condiciones los “amigos”, seguidores y promotores los olvidan, y no se conmueven por las tribulaciones, por ello no debe satanizárseles por cuidar sus intereses económicos y profesionales, como ocurre con quienes apenas estrenan equipo o buscan acomodo en otros clubes para mejorar en todos los sentidos.

Por el lado de los aficionados a morir de ciertos jugadores, la negativa a integrar la selección es justificada, sin más, sin pensar en que es posible conciliar la defensa y protección de los intereses profesionales, económicos y familiares de estos deportistas con su participación en el representativo del fútbol nacional.

El maniqueísmo es evidente en ambas posiciones, que sólo coinciden en un punto: en el olvido de que el futbol es un gran negocio particular, incluyendo a la selección nacional, y estos intereses son los que nunca pierden y también los primeros en olvidarse de los jugadores cuando se retiran y lo hacen sin grandes ahorros, porque tampoco hay preocupación por orientarlos para que no despilfarren sus ingresos.

EL “CASO CARLOS VELA”

Distinta es la situación del futbolista Carlos Vela, excepcionalmente dotado para este deporte, pero sin vocación para su práctica, como con sinceridad lo ha confesado públicamente. Además, nunca jugó en primera división en México.

Vela es un jugador muy bien pagado en la liga de Estados Unidos, donde está triunfando y, a pesar de que hubiera preferido ser estrella del basquetbol, se entrega totalmente en la cancha en una disciplina deportiva la cual no lo apasiona.

En estas condiciones, no puede exigírsele sienta gran emoción por integrar la selección nacional, pues se trata de un deporte que no le atrae. Así debe verse: sin considerar malos mexicanos a quienes declinan participar con la selección en algunos partidos o torneos. Y eso debe tenerlo presente el técnico en su programa de trabajo para el mundial de Qatar.                 

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