
*Narró Ricardo Monreal los problemas que pasó cuando decidió dejar al PRI.
De la redacción
Abandonar las filas del PRI cuando este partido era mayoritario y gobernaba al país sin interrupciones desde su fundación con otro nombre, en 1929, no sólo representaba la muerte política de quien lo hacía, sino también se colocaba en el aislamiento.
Aun sus amigos los excluían y renegaban sus antiguos vínculos afectivos y de compañerismo partidista. Con el oportunismo y sumisión que caracterizaba a una abrumadora mayoría de priístas, no querían ni cruzar palabras con el excorreligionario.
Ricardo Monreal Ávila, el ahora poderosos e influyente protagonista de la Cuarta Transformación padeció estas circunstancias, y públicamente las reveló en un discurso pronunciado en la ceremonia del informe legislativo de los senadores morenistas de mayoría por del Estado de México, Martha Guerrero Sánchez e Higinio Martínez Miranda.
Recordó que cuando por desacuerdos dejó las filas del PRI en 1997, ya había sido diputado federal y senador por ese partido (por su exclusión de la posibilidad de ser candidato a gobernador por Zacatecas) y aún así fue objeto de aislamiento.
Narró que tenía muchos amigos mexiquenses priistas, compañeros de partido y de cámara; es decir, con quienes había coincidido en San Lázaro y cada año se reunían aquí en Toluca, convocados por Heberto Barrera Velázquez, el ahora multimillonario miembro de la iniciativa privada.
Después de abandonar las filas del tricolor Barrera, un político varias veces diputado federal y local, senador de la República, dos veces líder estatal del PRI y miembro de gabinetes estatal lo invitó al convivio anual.
“Yo le dije que ya no pertenecía al PRI, pero él me dijo que la reunión nada tenía que ver con cuestiones partidistas, por lo que debía acudir, como cada año”, narró Monreal. Dijo que cuando se presentó a la cita fue recibido con frialdad y confinado a la mesa más alejada, en un aislamiento que volvió a recordar en su discurso pronunciado en el Salón Rojo del Club Toluca.
En ese mismo 1997 fue invitado por Andrés Manuel López Obrador a afiliarse al Partido de la Revolución Democrática (PRD), que dirigía el tabasqueño y ahora está en riesgo de extinción.
Después fue candidato a gobernador por su estado natal y ganó al abanderado del PRI, a quien la cúpula de este partido había preferido, a pesar de que los resultados en las urnas demostraron que el idóneo para la candidatura era el actual morenista.
Los tiempos cambiaron y Monreal es ahora coordinador de la numerosa bancada senatorial de Morena, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, y uno de los activos más importantes de su partido, además de amigo personal del presidente Andrés Manuel López Obrador desde hace 22 años.
Sus excorreligionarios quienes lo excluyeron de sus círculos de amigos y compañeros no sólo siguen en un partido ahora minoritario, sino que justa o injustamente cargan con el desprestigio de ser corruptos. Los tiempos cambiaron.