1-Los principales cuestionamientos a Fernando Valente Baz Ferreira, quien dejó la titularidad del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM) eran los de ineficacia deliberada en la revisión del gasto público, omisión de responsabilidades en la lucha contra la corrupción y jamás haber medido el impacto del gasto público de cada programa en las condiciones de bienestar de los mexiquenses.
No obstante, las acusaciones directas de corrupción, presentadas inclusive desde la tribuna del Salón de plenos en las sesiones, fueron contra sus colaboradores, específicamente contra auditores que, de acuerdo con lo señalado por diputados, se dedicaban a extorsionar a alcaldes para no fincarles responsabilidades por irregularidades graves o inventadas.
Las observaciones resarcitorias quedaban solventadas tan pronto obtenía la sumas de dinero exigidas. Por eso tiene la razón la Comisión de Vigilancia del OSEM en adelantar que limpiará a ese órgano de corruptos, porque de otra manera de nada servirá la salida de Baz Ferreira.
2-Enojado, en un discurso ante empresarios, el en ese momento presidente de la República, Enrique Peña Nieto reprochó a quienes desaprobaban su gestión y lo colocaban en un ínfimo porcentaje de aceptación. Palabras más, palabras menos, les dijo: “que creen que un presidente de la República se despierta todos los días pensando como joder al país”.
Por como dejó las cosas, parece que, efectivamente, él, pero no sólo él, sino casi todos sus colaboradores se levantaban pensando como quebrar totalmente al país antes de terminar el sexenio.
