
*Prefieren quedar desempleados a exponer su vida en los asaltos diarios.
De la redacción
Tecámac, Méx.- Con las unidades del transporte colectivo reportadas el día 25 de hace un mes, sumaron por lo menos 16 las atacadas por una organización criminal que opera en esta región de Zumpango, y ha asesinado al menos a 4 chóferes, para obligar a los concesionarios a pagarles una cuota mensual.
Por esa violencia ejercida en los municipios de esta zona del noreste mexiquense hay pánico entre los trabajadores del volante y los pasajeros. Al menos el 30 por ciento de los primeros abandonó el trabajo, y los permisionarios no encuentran quiénes cubran las vacantes, informaron los dirigentes de las rutas del transporte.
Los chóferes no sólo corren peligro cuando asaltan a los pasajeros que transportan, sino también sufren extorsiones para dejarlos laborar, lo que -además del riesgo- representa una merma en sus ingresos, pues nadie les reembolsa cuanto les quitan los delincuentes. Todos los atracos son perpetrados por malhechores armados.
Cuando era gobernador, Eruviel Ávila Villegas sostenía que el problema de la inseguridad pública, y específicamente el del robo a pasajeros del transporte en suelo estatal, en la autopista México-Pachuca, no podía solucionarse fácilmente por cuestiones de jurisdicción.
Esa vía de comunicación es de jurisdicción federal y la vigilancia, según el ahora senador, era responsabilidad de la policía federal, por ello las fuerzas públicas del municipio y del Estado no podían intervenir.
En los últimos dos años se recrudecieron los asaltos a pasajeros, con saldo de muertos, lesionados y también con linchamiento de delincuentes, y hasta ahora la Guardia Nacional no ha logrado inhibir a las células delictivas, según sostuvieron los operadores que el 26 del pasado mes bloquearon el Circuito Exterior Mexiquense y la autopista México-Pachuca, en territorio de Tecamac.
Ahora, en las propias unidades del servicio público abundan los anuncios de ofertas de empleos de operadores de unidades del transporte; sobre todo, para las “Urvan”, pero pocos chóferes se animan a aceptarlos, por la inseguridad pública.
Representantes de las empresas transportistas estiman en 30 por ciento las plazas abandonadas por los conductores, precisamente, debido a los asaltos a mano armada que se registran todos los días en agravio de los pasajeros y de los propios operadores, más las exigencias de dinero a los dueños de las unidades y rutas.
El número de operadores de los vehículos del transporte de pasajeros disminuye día a día por las deserciones, y son menos las plazas que se ocupan, según los dirigentes de las líneas camioneras que dan servicio en la región.
La situación empeoró desde que comenzaron a incendiar unidades, inclusive con granadas, por parte de las bandas de asaltantes, y aun estacionadas. Según los permisionarios, los asaltantes prestan servicio también a los grupos criminales más poderosos y organizados dedican a la extorsión de transportistas.