
*A 22 años de la privatización del sistema de pensiones afloran sus desventajas.
GABRIEL L. VILLALTA
A medida que transcurre el tiempo afloran más desventajas e inconvenientes para los trabajadores dependientes de un patrón, derivadas de la privatización de las pensiones, cuyo sistema hace ganar a las afores miles de millones de pesos al año, pero no garantizan condiciones de vida dignas para los futuros jubilados.
La Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro y la Comisión Nacional de del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), insisten ahora (tras 22 años de la decisión de dejar en manos particulares los ahorro de los asalariados) que, sin un mayor porcentaje de aportaciones, los próximos jubilados obtendrán, cuando mucho, el equivalente al 30 por ciento de su último salario.
No obstante, ocultan que las comisiones cobradas por el manejo de las cuentas individuales o saldo, son superiores hasta en un ciento por ciento sobre el promedio internacional, lo cual merma los montos ahorrados por los trabajadores.
De la misma forma, tampoco han proporcionado información actualizada sobre el impacto de factores como la intermitencia en los empleos; es decir, los períodos de cesantía, los cuales en muchas ocasiones llegan a ser de varios meses y aun años.
En esos casos, al no percibir ingresos, los asalariados no cotizan a las afores, pero estas siguen cobrado una comisión por las cuentas, cuyo monto por esta razón en lugar de aumentar se reduce.
Tampoco hay información, ni menos orientación, sobre las consecuencias de los retiros que los trabajadores hacen de sus cuentas individuales de ahorros en afores, pues no les explican que el dinero sacado atenta directamente al monto de sus pensiones cuando llegue el momento de jubilarse.
Es alto el porcentaje de los afiliados a las afores quienes por urgencias económicas retiran parte de sus ahorros, pero también es significativo el número de quienes por no tener información sobre el impacto de los retiros en el monto de sus pensiones futuras hacen retiros ‘hasta para financiar fiestas de bautizo o primera comunión’, según información obtenida en la Consar.
Lo hacen porque no tienen conocimiento de que están afectando su futuro como jubilados. Piensan que no pasa nada al sacar su dinero de las cuentas de donde al final de su vida laboral les pagarán sus pensiones, pero el impacto negativo será grande.
Tanto la organización de las afores como la Consar insisten en que debe aumentar la aportación voluntaria para recibir al final pensiones dignas. El problema es que si a los asalariados no les alcanza lo que ganan actualmente y por eso están haciendo retiros, menos podrán destinar una mayor parte de sus ingresos para meterlos a sus cuentas individuales en las afores. Mientras tanto, estas empresas ganan miles de millones de pesos aun cuando los trabajadores pierdan cientos de miles de pesos por malas inversiones de sus ahorros.