
*La simulación era la norma para favorecer a amigos en concursos restringidos.
De la redacción
La corrupción dominó la asignación de contratos de obras pública en los anteriores gobiernos municipales de Toluca, sostuvo el cuarto regidor, Arturo Chavarría Sánchez, al referirse a este problema.
El entrevistado está decidido a erradicar y evitar totalmente los actos corruptos en la nueva administración, incluyendo el conflicto de intereses y tráfico de influencia, según destacó en la breve entrevista con “El Espectador”.
El también fundador y primer presidente del Colegio de Arquitectos y Urbanistas del Estado de México (CAyUEM) precisó que la corrupción más descarada se dio en los concursos restringidos o por invitación para asignar contratos de obras públicas.
Se convocaba a unas cuatro empresas constructoras, para cumplir formalmente con los requisitos de ley, pero la corrupción consistía en que se permitía la participación de empresas de un solo dueño.
“De esta forma siempre ganaba los contratos, porque se asignaban a la que ofrecía mejores condiciones. En apariencia esto era bueno, pero el problema era que las compañías concursantes eran del mismo propietario”, explicó el cuarto regidor.
Sobre el silencio y falta de inconformidad por las otras empresas constructoras ante las maniobras corruptas en la asignación de los contratos, Chavarría Sánchez informó que todos estaban y se beneficiaban de la corrupción.
“Estaban de acuerdo y sabían que en los siguientes concursos ellos serían invitados con sus empresas y obviamente ganarían los contratos, por lo cual no protestaban en los otros casos, con lo cual se dejaba la apariencia de que todo estaba de acuerdo a la ley, pero no, era todo lo contrario”, reiteró.
MODIFICAR CONTRATOS, OTRO ACTO CORRUPTO
El cuarto regidor narró que otra forma de corrupción perniciosa para el ayuntamiento y la sociedad era la de modificación de contratos al alza; es decir, con incremento del monto de los pagos a las constructoras.
Esto se facilitaba porque deliberadamente se dejaba sin incluir en el contrato algún detalle del proyecto, lo cual servía de pretexto para encarecerlo, por actos de corrupción. De esta forma se pactaba una suma mucho mayor, con lo cual la obra salía mucho más cara de cuanto cotizaban las empresas perdedoras en los concursos.
El cuarto regidor recalcó que esta forma de corrupción se erradicaría fácilmente si el ayuntamiento crea la constructora municipal que él propuso al cabildo y de la cual anticipó en diciembre a este semanario.