En el último reporte de perspectivas económicas para América Latina y el Caribe, subtitulado “Una recuperación atascada”, el Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó que la actividad económica en la región sigue avanzando lentamente. Para 2019 espera un crecimiento real del Producto Interno Bruto (PIB) de 0.6%, la tasa más baja desde 2016.
Este escaso dinamismo es resultado de “sorpresas negativas” en el primer semestre de 2019, la fuerte incertidumbre en torno a las políticas económicas en algunas economías importantes, tensiones comerciales agudas entre Estados Unidos y China, y un crecimiento mundial más débil.
En México, el organismo afirmó que el crecimiento se desaceleró debido a un subejercicio del presupuesto, huelgas de trabajadores y escasez de combustible. “En el país persiste una elevada incertidumbre debido a la reversión de ciertas políticas económicas”, en particular en relación con las reformas energética y educativa, añadió.
Por esto, el FMI recortó su pronostico de crecimiento económico del país a 0.9% (desde el 1.6% anunciado en abril), aunque espera repunte a 1.9% el próximo año.