
*La mejor prueba de mala planeación y peor ejecución: Tren México-Toluca.
De la redacción
Uno de los grandes problemas del universo institucional de México es la mala planeación y peor ejecución de programas y acciones de gobierno. Su consecuencia social es tanto o aún más grave que la ocasionada por la corrupción. “Somos muy malos para planear y los peores para ejecuctar”, reconoció el economista Mauricio Valdés Rodríguez.
Dos veces diputado federal, ex senador, ex alcalde de Texcoco, ex embajador de México en Dinamarca y estudioso de la administración pública, advirtió lo anterior en la presentación de su nuevo libro: “Introducción a la política gubernamental”, efectuada en instalaciones del IAPEM, organismo académico al cual dirigió, ahora encabezado por Efrén Rojas Dávila.
Como ejemplo de los efectos perniciosos de la mala planeación y peor ejecución de proyectos mencionó un caso muy conocido por los mexiquense del Valle de Toluca: el Tren México-Toluca, cuya construcción comenzó sin tomar en cuenta muchos aspectos fundamentales, por ello se encareció en forma excesiva y su terminación también se demorará, en perjuicio de los contribuyentes.
La anterior administración federal ni siquiera tomó en cuenta a los campesinos de Ocoyoacac, por cuyas tierras pasará el Tren, y ahora mantienen parada la obra, abonando al ya enorme retraso y encarecimiento en la ejecución del proyecto.
Valdés Rodríguez puso otro ejemplo de mala planeación y ejecución de esa megaobra: en el cruce de Av. 5 de Mayo y Las Torres, en la capital de Estado, el tren pasará arriba de un distribuidor vial y los autobuses y otros vehículos circularán por debajo de la vía, lo cual refleja claramente esos problemas.
En una dura reflexión sobre la administración pública, Valdés Rodríguez, quien fue igualmente líder estatal del PRI, consideró grave otro problema en el mundo institucional, especialmente el de la certificación de altos servidores públicos, particularmente los municipales.
Con otras palabras, la consideró una verdadera simulación, que se paga a un alto precio y no rinde beneficios: “los tesoreros municipales han sido certificados por el Instituto Hacendario del Estado de México, sin utilidad para la población”, ejemplificó.
“La recaudación de los ayuntamientos no mejoró por la certificación, prueba de que se simulaba y se cobraba. Ni siquiera había planeación eficaz para la certificación, porque los cursos se concentran en Toluca, en lugar de regionalizarlos”, abundó.
Reveló que cuando estaba al frente del IAPEM canceló convenios para certificar a servidores públicos, porque sólo les interesaba obtener el documento, no prepararse.
El exgobernador Ignacio Pichardo Pagaza habló brevemente de la obra. El académico Ramón Cuevas presentó el libro, que al igual que Rojas Dávila, lo consideró provocador por el enfoque y las reflexiones de Valdés Rodríguez.
El autor de la obra ilustró igualmente la mala planeación y peor ejecución con algunas obras de los ayuntamientos; sobre todo, de pavimentación, que con frecuencia se ejecutan sin tomar en cuenta la inexistencia de drenaje, por lo que después de terminarse al poco tiempo se rompe el asfalto para introducir la tubería.