Las investigaciones sobre la desaparición de los 43 alumnos de la escuela normal de Ayotzinapa podrían terminar en un rotundo fracaso, por las torturas aplicadas por elementos de la PGR a los presuntos culpables, para obtener confesiones de culpabilidad.
Esas violaciones a los derechos humanos y al debido proceso permitieron liberar el 31 de agosto a Gildardo López Astudillo, “El Gil”, probable mando de “Guerreros Unidos”, imputado de la desaparición de los estudiantes, la noche del 26 de septiembre de hace cinco años.
El Poder Ejecutivo anunció denuncias contra el juez que absolvió al “Gil”, como ha ocurrido con muchos de los detenidos pero el caso puede quedar impune.