
*La peor crisis en 27 años, porque la de ahora tiene pocos partidos para superarla.
De la redacción
Los seguidores del Toluca discuten si la actual crisis del club, prácticamente eliminado de la lucha por la calificación a la liguilla, es más, menos o igual de profunda que la vivida a principios de la década de los noventa del siglo pasado.
No hay razón para el debate, porque ésta es la más grande en todos los sentidos al finalizar la octava jornada. Acumuló apenas 5 de 24 puntos posibles, para una eficacia apenas ligeramente superior al 20 por ciento.
En los primeros 8 partidos los “Diablos” ganaron un partido, empataron 2 y perdieron 5, para una diferencia en contra de seis goles, prueba de que el equipo anda mal y no funciona correctamente en ninguna de sus líneas. El mal desempeño de los jugadores contagió ya a Antonio Ríos y a Talavera, quienes siempre habían sido pilares del club.
Esto contrasta con el equipo Querétaro, que en 8 partidos consiguió 17 puntos de 24 en disputa, para una eficiencia del 71 por ciento, producto de 5 victorias, una derrota y dos empates, con 16 goles a favor y 7 en contra, para una diferencia de 9 goles a favor.
Nunca el Toluca había quedado prácticamente fuera de la posibilidad de obtener el pase a la liguilla en la octava fecha de un torneo, como ocurre en estos momentos. En 1992 comenzó mal igualmente, pero entonces eran torneos largos, por lo que existían condiciones para recuperar el terreno perdido.
No ocurre lo mismo ahora con los torneos cortos, pues en este caso cuando se juegue el próximo partido, la competencia habrá transitado la mitad de su trayecto, por lo que tan sólo para calificar el equipo de casa debe ganar 7 encuentros de los 8 que faltarán, algo casi imposible por la forma tan mala como está jugando.
LOS PEORES PARTIDOS, LOS DEL TOLUCA
Otra agravante del Toluca en este torneo, que tiene justificadamente inconformes a sus seguidores, es lo mal que está jugando, inclusive cuando enfrenta a los clubes más débiles del torneo.
En los peores partidos de cada jornada, los más aburridos, uno de ellos tiene invariablemente como principal protagonista a los “choriceros”, porque de verdad juegan mal, con desgano, apatía, deficiencias, sin ideas tácticas, sin un sistema de juego, ni calidad colectiva e individual.
En estas condiciones, no se recuerda una situación tan comprometida del Toluca en los torneos cortos, y sólo los aficionados de la tercera edad recuerdan temporadas malas en las competencias largas, pero no tan malas en cuanto sus aspiraciones de calificar, como ahora, por eso carece de sentido discutir si esta es la peor participación o no.
La verdad, por el peso demográfico y la afición del Estado de México, deberíamos estar comentando una extraordinaria campaña y las posibilidades de ser campeón del club de casa, no narrando sus fracasos en las canchas.