
*Araujo, Layún y otros no deben estar ya en la selección: perjudican.
De la redacción
Peor no podía jugar la selección nacional de futbol frente a Argentina. El marcador de 4 goles a 0 salió barato, por desempeño de uno y otro conjunto. A pesar de ello, el escandaloso resultado no refleja lo que es el representativo mexicano, si se considera la calidad de muchos de los seleccionados.
Hay otros que definitivamente perjudican a la selección, como son los casos de Araujo y Layún: estorbar en lugar de ayudar. El primero, no sólo por haber colaborado en todos los goles de los argentinos, incluyendo un penal, sino porque desde hace tiempo está en declive. Su lentitud milita a favor de los rivales.
En ese partido jugado en San Antonio, Texas, la selección de Argentina jugó como debe jugarse para ganar. La mexicana jugó como debe jugarse si se quiere perder, pero la mayoría de los seleccionados puede jugar mucho mejor, porque calidad la tienen, y quienes no tienen la jerarquía para estar en el grupo, deben ser descartados y llamados otros que son o pueden ser mejores, aunque no tengan nombre, ni influencia.
Ante Argentina los mexicanos fallaron en todas sus líneas, pero la delantera tuvo el pretexto de que no le dieron balones idóneos para anotar, ni siquiera para tirar al marco. Por eso durante el primer tiempo no hubo un solo disparo a la portería rival.
No obstante, aunque todos fueron ineficaces en la cancha, ante decenas de miles de compatriotas que residen legalmente o sin documentos, sería erróneo pensar que ese es el verdadero tope del nivel de juego.
La tribuna, en su desesperación por el baile que le daba la selección de Argentina a la mexicana, exigía la alineación de Javier “Chicharito” Hernández. La verdad es que poco o nada hubiera hecho para empatar, puesto que el problema fue que los delanteros no fueron abastecidos de balones en el área.
En otras ocasiones han generado jugadas de gol, pero han fallado mucho. Ahora fue diferente: la impotencia, ineficacia, ineficiencia y hasta descuidos imperdonables en futbolistas profesionales, que se dejaban quitar la pelota o daban malos pases que interceptaban con facilidad los rivales.
Todas las fallas pueden reportar beneficios al final, si el “Tata” Martino y su cuerpo técnico las examinan con detenimiento y las corrigen y también detectan a tiempo a quienes no deben estar en la selección.
Desde esta perspectiva, fue buena idea jugar con la selección argentina, porque dejó enseñanzas, que no se obtienen cuando se enfrentan representativos nacionales débiles, que son vencidas, pero que fuera de las estadísticas de triunfos y derrotas, esos encuentros no aportan algo positivo al proceso de preparación para el próximo Mundial, al cual seguramente asistirá la selección mexicana.