
*Tala clandestina pone en riesgo la biodiversidad y aporta al cambio climático.
De la redacción
La tala clandestina, excesiva y descontrolada, representa un desafío latente para la conservación de los bosques, la biodiversidad y contribuye al fenómeno del cambio climático desde el territorio estatal, advirtió la diputada local del PRI, Iveth Bernal Casique.
Desde la tribuna del Poder Legislativo, propuso la aprobación de un punto de acuerdo para solicitarle a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales y a su similar del Estado, la del Medio Ambiente, a firmar un convenio específico de colaboración para atender este grave problema.
La representante popular reveló que en el territorio estatal los taladores clandestinos derriban y destrozan 300 árboles diarios, en promedio, y recalcó en la libertad con que movilizan el producto de sus acciones.
A plena luz del día transportan la madera de procedencia ilícita por las carreteras mexiquenses de las cinco principales zonas boscosas consideradas puntos críticos por las actividades depredadoras de los talamontes.
La representante popular denuncio que los taladores clandestinos transportan por las carrereas a plena luz del día la madera obtenida ilegalmente de los bosques, mientras el organismo mexiquense PROBOSQUE carece de facultades para intervenir.
La vigilancia y supervisión de la explotación forestal, explicó Bernal Casique corresponde a la SEMARNT, con la intervención de la Procuraduría Federal del Ambiente, pero la primera podría firmar un convenio para que PROBOSQUE asuma algunas funciones como la vigilancia y supervisión.
Recordó que instrumentos como el propuesto se han firmado en otras ocasiones y es urgente se suscriba uno nuevo para atender el problema de la explotación ilegal e irracional de los recursos forestales mexiquenses.
Consideró indispensable también la coordinación entre las dependencias federal y estatal para que las autoridades estatales de la materia puedan sustanciar procedimientos administrativos y sancionen la tala clandestina.
Recordó que los taladores clandestinos depredan los bosques de las zonas forestales Izta-Popo, Nevado de Toluca, la subcuenca de Valle de Bravo, la reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca y la cordillera Cobio-Cruces, por lo cual son necesarias acciones coordinadas entre la Federación y el Estado.
Bernal Casique sostuvo que con ese convenio se fortalecería la capacidad de respuesta de las autoridades para proteger, mantener y conservar los bosques, cuya depredación daña la biodiversidad y contribuye al cambio climático, y debe frenarse.