LOS JALONEOS AL INTERIOR DE MORENA.
Jairo A. Tell
Para nadie es un secreto el que al interior de MORENA se gesta una escisión con miras al siguiente periodo de gobierno establecido en el 2024; sin embargo, como reza el viejo adagio “del plato a la boca, a veces se cae la sopa”. Y es que muchos actores políticos, no terminan por entender que primero hay que trabajar ardua y desinteresadamente para concitar la aprobación de la ciudadanía. Es visible la pugna de la lideresa Yedckol Polevnsky con el senador Ricardo Monreal, quien busca posicionarse con miras al siguiente periodo de gobierno. Para ese objetivo comenzado a mover sus piezas y a debilitar al oponente.
Esto no es particular de los políticos de alto perfil; también se escenifican varias luchas intestinas en los distintos estados y municipios de la república. Así como se han hecho evidentes las pugnas al interior de ese partido y la presencia en medios informativos de ciertos personajes que apuntan al 2024, como son los casos de Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, Martí Batres, Dolores Padierna, Yeidcol Polevsky y Mario Delgado, ante lo cual el presidente López Obrador intervino para atenuar esa lucha. Cito textualmente lo expresado:
“Quienes nos dedicamos al noble oficio de la política tenemos que actuar poniendo por delante los ideales, los principios, y le debemos de profesar un profundo amor al pueblo: si no hay ideales, no hay principios, no se puede hacer política, si no se le tiene amor al pueblo, no se puede llevar a cabo el noble oficio de la política”.
El titular del Ejecutivo consideró que ya pasó el tiempo en que la política era sinónimo de individualismo, de sacar provecho personal, de estar pensando nada más en intereses personales, por legítimos que estos sean.
“Ya no ayudan quienes solamente piensan en sus intereses personales, tiene que haber mística, tiene que haber convicciones y una entrega total a la causa pública, no son los cargos los que deben de importar sino la contribución a los cambios”, agrego el presidente López obrador. AMLO consideró que el político tradicional que está pensando cómo colarse al poder, no ayuda en nada y no tiene futuro porque el pueblo de México ya es otro. “El pueblo sabe quién habla con la verdad, quién tiene buenos sentimientos, quién se preocupa por ayudarlos y quién es un trepador, un oportunista, un politiquero, entonces en general si se quiere hacer política, hay que trabajar con la gente, el poder solo se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás”, apunto López Obrador. El sistema político de partidos en México estuvo caracterizado por el establecimiento de tres ofertas políticas predominantes: PRI, PAN y PRD, que corresponden al pluralismo moderado. Sin embargo, este predominio tripartita ha limitado el crecimiento de los partidos pequeños y la emergencia de una cuarta fuerza política competitiva. El pluralismo moderado no ha alentado el desarrollo electoral de los nuevos partidos, tampoco ha despertado el interés del ciudadano, algo que también se refleja en la integración del Congreso. La emergencia de MORENA como partido político, vino a modificar esa lógica, por su capacidad de convertirse en un partido competitivo y concitar el interés y la aprobación de la población.
Con ello se colocó a la altura de los otros tres, bajo el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador, quien finalmente gana la presidencia de la república en 2018. Hoy con los tres grandes desdibujados y al filo de su extinción Morena es ya un partido hegemónico, pero las pugnas en su interior en nada abonan a la buena marcha del gobierno en turno; pero hay algo más, podrían estar socavando su fortaleza y regresar al principio, solo que con la percepción de que no pudieron con el paquete. Algunos enterados del tema, afirman que personajes como Ricardo Monreal y Gerardo Fernández Noroña son infiltrados del viejo sistema político y que desean reventar desde adentro la pretendida cuarta transformación, a esto se une el sistemático golpeteo vía medios de los de los afectados directamente por la ascensión al poder de MORENA, a los que López Obrador llama Conservadores.