
*Por escrito envió el informe a la Legislatura por conducto de Alejandro Ozuna.
De la redacción
El gobernador Alfredo del Mazo Maza envió a la 60 Legislatura Local su segundo informe de actividades. Se tiene prevista la emisión más tarde de un mensaje, que será difundido también por la televisión oficial.
El mandatario no ha tenido una gestión fácil y mucho menos exitosa, pero en estos momentos padece una descomunal debilidad política y escaso respaldo popular, producto de los resultados insatisfactorios ofrecidos y la falta de liderazgo hasta al interior de su partido, el Revolucionario Institucional (PRI).
Su primer informe lo presentó a una representación popular dominada por la oposición de izquierda, como nunca había ocurrido con un gobernante estatal, prueba del fracaso de su partido en las urnas el año pasado.
Las cosas empeoraron, porque a partir del primer día de enero de este año el PRI dejo de gobernar los municipios de Toluca, Ecatepec, Metepec, Zinacantepec y por primera vez perdió Atlacomulco, cuna del grupo político que lleva ese nombre.
La posición de los anteriores gobernadores al momento de rendir sus informes fue totalmente distinta y mucho más favorable, al grado de que decidían e imponían el nombre del titular de la Contaduría General de Glosa, después Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), encargado de fiscalizar el ejercicio del gasto público estatal y de los municipios.
El anterior gobernante, Eruviel Ávila Villegas, logró que el Poder Legislativo modificará la Constitución para que pudiera presentar sus informes cuando quisiera, siempre y cuando no pasara del mes de septiembre, contrariamente a como era antes: un día fijo para la rendición de cuentas en ese mes.
Las nuevas condiciones políticas, con una correlación de fuerzas electorales en el Poder Legislativo desfavorable al partido de del Mazo Maza, y con escasa influencia y poder al interior del PRI, en donde parece que la presidencia del Comité Directivo Estatal (CDE) está vetado para la gente del mandatario, lo ubican en una débil posición en su segundo informe.
Generalmente en el segundo año de gestión los gobernadores disponían de enorme poder; inclusive ocurrió así con Mario Ramón Beteta Monsalve (ya fallecido), a pesar de que después de cumplir dos años fue defenestrado por Carlos Salinas de Gortari, porque éste perdió en la entidad por dos votos a uno la elección presidencial frente a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Y no es sólo la desfavorable correlación de fuerzas partidista en la Legislatura Local para del Mazo Maza y su falta de liderazgo al interior de su partido, sino también está la insatisfacción de la comunidad estatal por los precarios resultados ofrecidos, lo cual resalta más en el escenario del segundo informe.