
*Justifican inasistencia al servicio con incapacidades médicas: comunas.
De la redacción.
Médicos del ISSEMYM otorgan incapacidades improcedentes a elementos de los cuerpos de seguridad pública municipales. Esta situación es más frecuente en los municipios de la Zona Metropolitana del Valle de México.
El problema es que los uniformados obtienen autorización para faltar a sus servicios, pero no están enfermos, sino utilizan el tiempo de ausencia laboral para delinquir como vulgares malhechores.
De esta forma, mientras quedan liberados de prestar sus servicios, por supuestamente estar enfermos, se dedican a cometer crímenes, con la agravante para la sociedad de que les pagan sus salarios: se ausentan con goce de suelo.
Varios alcaldes, entre ellos, el de Tlalnepantla, se quejan de esta situación, aunque no culpan a los médicos de pertenecer a los grupos criminales, sino sólo de posibilitarle a los uniformados corruptos sus actividades delictivas.
En Naucalpan, Tlalnepantla y otros municipios han sido detectados a policías vestidos de civil en actos de extorsión, incluso involucrados en secuestros, cuando se supone que están incapacitados por enfermedades.
El ayuntamiento de Tlalnepantla anunció que presentará un informe al ISSEMYM de las incapacidades que indebidamente sus médicos otorgan a policías, quienes de esta forma pueden ausentarse de sus responsabilidades.
No obstante, dedican el tiempo a cometer delitos diversos, inclusive en el anterior trienio municipal varios policías fueron capturados en operativos cuando escoltaban pipas cargadas de combustible extraído de los ductos de Petróleos Mexicanos en municipios de la Zona Metropolitana del Valle de México.
La expedición ilegal de incapacidades médicas a policías y servidores públicos data de muchos años, pero no se sabía que en el caso de los uniformados el tiempo en que presuntamente estaban enfermos lo dedicaban a perpetrar delitos.
Autoridades municipales sospechaban de estas irregularidades, pero no las habían denunciado porque las actividades criminales de policías que obtenían las incapacidades inventadas no se habían detectado.
De esta forma, policías cuya obligación sustantiva es proteger a la población y combatir a los delincuentes se dedicaban a agraviarla, en su condición de delincuentes con placa, arma y sueldo seguros.
De acuerdo con información de un presidente municipal, no es probable que los médicos estén involucrados con grupos de policías delincuentes, y lo más seguro es que sí, cobren por las incapacidades, sin reflexionar sobre el uso que los uniformados le dan al tiempo en que indebidamente son protegidos por incapacidades médicas.
El problema no es privativo del Estado de México, pues en municipios de los estados del norte del país, especialmente de los limítrofes con Estados Unidos, se descubrió que los policías con incapacidades médicas eran escoltas de jefes de bandas criminales.
Un alto funcionario de la ahora Fiscalía General de la República (FGR) reveló a “El Espectador” que en un ataque a mandos del “cartel de Tijuana”, en Puerto Vallarta, murieron varios escoltas que eran policías de esa ciudad bajacaliforniana.